Pasar al contenido principal

10-may.-2024, viernes de la 6.ª semana de Pascua

Hoy, como dice san Pablo, “estad alegres en el Señor”. La fuerza espiritual, nos viene del Señor.

Gracias te damos porque despertamos y nos levantamos para iniciar nuestras labores cotidianas. Te queremos pedir que nos bendigas, guardes y guíes y hagas prósperas nuestras obras y acciones de este ultimo día laboral. No permitas que nada ni nadie nos aparte de tu amor y mucho menos de tu presencia. Inspíranos las palabras esperanzadoras, los gestos generosos y el servicio desinteresado. Que podamos alegrarnos y vivir la felicidad de este día y todo sea para glorificarte. 

Estad alegres, aunque paséis por momentos de tristeza y dolor, nos dices en tu palabra. Porque la vida en general, no es siempre una sucesión de momentos de gozo y alegría. En la vida hay enfermedades, separaciones, muertes, conflictos, dificultades, trabajos penosos, momentos de rutina, de hacer lo mismo, de aburrimiento. Todo eso forma parte de nuestra vida humana. Hoy, como dice san Pablo, “estad alegres en el Señor”. La fuerza espiritual nos viene del Señor. 

Con alegría y esperanza, iniciemos nuestro día. Feliz, santificado y bendecido viernes. 

PALABRAS DEL SANTO PADRE

El Señor dice a Pablo: «no tengas miedo; sigue hablando». El miedo, en efecto, «no es una actitud cristiana», sino «una actitud, podemos decir, de un alma encarcelada, sin libertad, que no tiene libertad de mirar adelante, de crear algo, de hacer el bien».  «No, está este peligro, está este otro y ese otro» …  «¡Qué lástima, el miedo hace mal!» Pero «la alegría cristiana no es una simple diversión, no es una alegría pasajera». Más bien, «la alegría cristiana es un don del Espíritu Santo: es tener el corazón siempre alegre porque el Señor ha vencido, el Señor reina, el Señor está a la derecha del Padre, el Señor me miró a mí, me envió, me dio su gracia y me hizo hijo del Padre». He aquí lo que de verdad es «la alegría cristiana». Un cristiano, por lo tanto, «vive en la alegría». (Homilía Santa Marta, 15 de mayo de 2015)

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Oh Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia santificación.

Espíritu Santo, dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar; dame acierto al empezar dirección al progresar y perfección al acabar. Amén.

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.