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14-ene.-2024, domingo de la 2.ª semana del Tiempo Ordinario

“Maestro, ¿dónde vives?”. La respuesta es clara: “Venid y lo veréis”

Qué linda mañana nos regalas, Señor. Qué bello amanecer contemplamos y qué hermosa la creación que volvemos a ver en este día. Gracias por la alegría que das a nuestros corazones.

Seguirte a ti, es escucharte, entrar en tu casa y quedarnos contigo, convivir, sentir, compartir tus sentimientos y pensamientos, hasta hacerlos nuestros. Eso es lo que hicieron aquellos discípulos de Juan que te vieron pasar. “Maestro, ¿dónde vives?”. La respuesta es clara: “Venid y lo veréis”. No hay más camino que ir por nosotros mismos y experimentar. Conocerte de cerca es una experiencia personal que nadie puede hacer por nosotros. Sólo cerca de ti, sentiremos que cambia nuestra vida. No permitas que nos quedemos sólo en la curiosidad de la pregunta: ¿dónde vives? Sino ante todo en la respuesta “venid y lo veréis”. Para que gustosos y felices vayamos a tu casa, que es nuestro corazón, y allí te escuchemos, compartamos contigo y te podamos responder como Samuel: “habla Señor, que tu siervo escucha”. Que como Andrés y el otro discípulo podamos decir a los demás, que te hemos encontrado, que hemos compartido contigo y, sobre todo, que los podamos llevar a ti. Dejemos que el silencio nos ayude a descubrir tu presencia Señor.

Un muy alegre y descansado domingo.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Cada llamada de Dios es una iniciativa de su amor. Siempre es Él quien toma la iniciativa, Él te llama. Dios llama a la vida, llama a la fe, y llama a un estado de vida particular. “Yo te quiero aquí”. La primera llamada de Dios es a la vida; con ella nos constituye como personas; es una llamada individual, porque Dios no hace las cosas en serie. Después Dios llama a la fe y a formar parte de su familia, como hijos de Dios. Finalmente, Dios nos llama a un estado de vida particular: a darnos a nosotros mismos en el camino del matrimonio, en el del sacerdocio o en el de la vida consagrada. Son maneras diferentes de realizar el proyecto que Dios, ese que tiene para cada uno de nosotros, que es siempre un plan de amor. Dios llama siempre. Y la alegría más grande para cada creyente es responder a esta llamada, a entregarse completamente al servicio de Dios y de sus hermanos. (Ángelus, 17 de enero de 2021)

Pensamientos para el Evangelio de hoy

* «‘Maestro, ¿dónde habitas? (…) Se quedaron con Él aquel día’. Diálogo divino y humano que transformó las vidas de Juan y de Andrés, de Pedro, de Santiago y de tantos otros» (san Josemaría).

* «Si en las penurias de la opresión egipcia la sangre del cordero pascual había sido decisiva para la liberación de Israel, Él —el Hijo— se ha convertido en “cordero”, se ha hecho garantía para la liberación de toda la humanidad» (Benedicto XVI).

* «Lo que Cristo confió a los Apóstoles, éstos lo transmitieron por su predicación y por escrito, bajo la inspiración del Espíritu Santo, a todas las generaciones hasta el retorno glorioso de Cristo» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 96).

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.