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18-dic.-2022 domingo de la 4.ª semana de Adviento

SOÑEMOS LOS SUEÑOS PARA CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS.

Un nuevo amanecer y seguimos recibiendo bendiciones de salud y bienestar en este día dedicado a ti; gracias por este día y la vida que podemos disfrutar junto a todos los que amamos; danos el don de esperar que Tú renazcas en nosotros como la fuente de nuestra vida y de nuestra esperanza; levántanos de nuestra tristeza y desaliento y tráenos tu luz; concédenos la gracia de ser justos, dignos de confianza y encaminados a la paz y la unidad.

Hoy, Señor, nos regalas el ejemplo del hombre humilde, sencillo y obediente, el hombre del silencio esperanzador. José nos enseña una cosa muy importante para nuestras vidas: aceptar los planes de Dios, aunque no coincidan con los planes, que nos hemos hecho para el futuro, un futuro familiar, incluso afectivo. José es el hombre fuerte, que quiere y respeta a su mujer, él tiene en su interior un misterio, sabe quién es el niño y calla, buen ejemplo ante nuestras muchas palabras. Danos, Señor, la prudencia de José para saber obrar según la voluntad del Padre celestial y que humilde y sencillamente callemos cuando debamos hacerlo, obedezcamos en todo momento y confiemos por encima de todo.

¿Qué plantas sembraremos en el jardín de nuestros corazones? Ojalá sean flores de bondad, ternura y solidaridad. Gracias por tu infinito amor. A ti nos acogemos y en ti confiamos; a ti te glorificamos y te damos gracias.

SOÑEMOS LOS SUEÑOS PARA CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS

En el jardín de nuestro corazón sembremos ilusiones para cosechar esperanzas y consuelos.

Un muy feliz y esperanzador Domingo compartido en familia.

Reflexión del papa Francisco

En el Evangelio, vemos que José confía totalmente en Dios, obedece las palabras del Ángel y acoge a María en su casa. Es precisamente esta confianza inquebrantable en Dios la que le permite aceptar una situación humanamente difícil y, en cierto sentido, incomprensible. José comprende, por la fe, que el niño concebido en el seno de María no es su hijo, sino que es el Hijo de Dios y él, José, será su tutor, asumiendo plenamente su paternidad terrena. El ejemplo de este hombre humilde y sabio nos enseña a levantar la mirada y mirar más allá.

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda pbro.