El amor de Dios inunde nuestros corazones y haga de nuestro día un agradable momento de servicio y entrega, de disponibilidad y generosidad para con nuestros hermanos actuando en tu Santo Nombre.
Padre Santo: Te damos gracias hoy por escoger a María como la Virgen Madre de Jesús, tu Hijo. Su fe y servicio entusiasta abrieron el camino hacia un mundo nuevo.
Disponnos a buscar sinceramente tu voluntad y a cooperar en tus planes, para que nosotros también, como María, ofrezcamos nuestras vidas, nuestros corazones y nuestro deseo de servicio y entrega. Haznos conscientes de nuestra pobreza, para que tú la llenes con tus dones y riquezas, que como María aceptemos y creamos profundamente en tu palabra y vivamos según ella.
Que, al igual que nuestra Madre, podamos exclamar: «Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra».
A ti, Madre, nos acogemos y pedimos tu gracia y auxilio. Felicidades para todos y un buen martes lleno de felicidad.
En nuestro quinto día de novena, seamos dóciles al Espíritu Santo, cumpliendo tu voluntad de amar, servir y se caritativos. Amén.
Reflexión del papa Francisco
María responde así al ángel: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 38) (…) María no dice: «Si tiene que suceder, que suceda..., si no puede ser de otra manera...». No es resignación. No expresa una aceptación débil y sumisa, sino que expresa un deseo fuerte, un deseo vivaz. No es pasiva, sino activa. No se somete a Dios, se une a Dios. Es una mujer enamorada dispuesta a servir al Señor completa e inmediatamente... Hoy, en el umbral de la Navidad, María nos invita a no posponer, sino a decir «sí».