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23-ene.-2024, martes de la 3.ª semana del Tiempo Ordinario

María antes de ser madre biológica, lo fue porque se puso a disposición de Dios: “he aquí la esclava del Señor”

Señor, en el silencio de este día que nace nos colocamos en tu presencia para pedirte nos regales el don de la sabiduría para saber decir la palabra apropiada en el momento oportuno, fortaleza para no desfallecer ante las dificultades y, ante todo, el don de tu presencia para que seamos bondadosos y solidarios. Hoy es momento oportuno para darte gracias porque hemos despertado y nos sentimos con salud, bienestar y vida.

Ayúdanos para que podamos mirar con ojos llenos de amor, ver detrás de las apariencias a nuestros hermanos como Tú los ves y poder apreciar la bondad de cada uno. Cierra nuestros oídos a toda murmuración. Que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en nosotros. Ante todo, danos la ocasión de seguir el camino que siguió tu Santísima Madre, porque ella se puso a disposición del Padre, porque escuchó tu palabra y, guardando lo que acontecía en su entorno y meditándolo en su corazón, dedicó su vida a cumplir la voluntad Celestial, como tú nos exiges. Ya lo indicó san Agustín: María antes de ser madre biológica, lo fue porque se puso a disposición de Dios: “he aquí la esclava del Señor”. Y esa actitud de María es lo que ha de impregnar y dar sentido a tu presencia en nuestra vida.

Gracias, Señor, porque sabemos que tu actitud no fue negativa; al contrario, fue y sigue siendo una motivación para dejarlo todo y saber escuchar tu palabra, que debe ser motivante para amar y servir. Que este día sea de bendiciones abundantes y de buenas satisfacciones.

Madre del amor y la ternura, gracias por tu ejemplo de obediencia y generosidad y ante todo de renunciar a todo por cumplir la voluntad del Padre. Sabemos que las Palabras que dirigiste en aquella ocasión fueron palabras de amor y de ejemplo, ya que tú fuiste la primera en escuchar la Palabra y ponerla en práctica. Que hoy, escuchando, podamos obedecer; amando, podamos servir. Amén.

Hoy, tengamos oídos abiertos y corazón generoso. Feliz martes. No olvidemos rezar y colocar nuestras actividades en las manos de Dios.

Pensamientos para el Evangelio de hoy

* «De poco hubiera servido a María la maternidad corporal si no hubiese concebido primero a Cristo, de manera más dichosa, en su corazón, y sólo después en su cuerpo» (san Agustín).

* «Proclama mi alma la grandeza del Señor» (Lc 1,46). María expresa ahí todo el programa de su vida: no ponerse a sí misma en el centro, sino dejar espacio a Dios; sólo entonces el mundo se hace bueno» (Benedicto XVI)

* «‘He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra’ (Lc 1,37-38). Así, dando su consentimiento a la palabra de Dios, María llegó a ser Madre de Jesús y, aceptando de todo corazón la voluntad divina de salvación (…), se entregó a sí misma por entero a la persona y a la obra de su Hijo» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 494)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.