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23-ene.-2025, jueves de la 2.ª semana del T. O.

Pidamos al Señor que seamos cristianos que sepan discernir lo que sucede en el propio corazón y elegir bien el camino por el que el Padre nos lleva hacia Jesús.

Darnos la ocasión de disfrutar un día y de contemplar un nuevo amanecer ya son suficientes motivos para agradecerte. Hoy queremos ofrecerte nuestras actividades, porque todo lo que recibimos de Ti nos acerca más a nuestros hermanos para servirlos y amarlos. Tú nos trajiste salud y bienestar y viniste para unirnos a ti en una alianza de amor. Que no sólo admiremos tu poder salvador, sino que seas el fundamento de nuestras vidas y nos llenes con tu Santo Espíritu para que podamos edificar entre nosotros una verdadera comunidad de fe, esperanza y amor. No permitas en este día que nuestros afanes y carreras nos alejen de lo esencial, que es tu presencia en nuestros corazones. 

Tú nos enseñas a vencer estos obstáculos, porque evitaste la fama y tenías la suficiente paciencia para soportar el gentío. Ayúdanos a comprender que cuanto necesitamos de la vida lo interpretamos como una urgencia, porque queremos que de manera inmediata se nos alivie el dolor, el sufrimiento y poder vencer nuestras debilidades sin encontrar la verdadera razón que debe ser nuestro encuentro contigo. Bendícenos y llena nuestros corazones de tu amor. Amén. 

Feliz jueves vocacional

MEDITEMOS:

La gente se agolpa y va atrás de ti señor. Todos quieren tocarte porque se nos sentimos necesitados de curación, de contacto sanador.! cuánta gente hoy necesita Esperanza y Consuelo! 

¡Cuánto ansiamos palabras de vida; cuántos pedimos ser tocados con cercanía y cariño! Jesús, al igual que ayer pediste colaboración a tus discípulos, y hoy solicita la nuestra; el estribillo que nos ofrece el salmo responsorial puede ser nuestra respuesta: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

El Padre, a través del Espíritu Santo, atrae a las personas hacia Jesús. Ésta es la verdad, ésta es la realidad que cada uno de nosotros siente cuando se acerca a Jesús. Los espíritus impuros tratan de impedírnoslo, nos hacen la guerra. Una vida cristiana sin tentaciones no es cristiana: es ideológica, es gnóstica, pero no es cristiana. Cuando el Padre atrae a la gente hacia Jesús, hay otro que rema contra ti y hace la guerra dentro de ti. […] Pensemos en cómo es nuestro corazón: ¿siento en mi corazón esta lucha entre la comodidad o el servicio a los demás, entre divertirme un poco o rezar y adorar al Padre? Entre una cosa y otra, ¿siento la lucha entre el deseo de hacer el bien o algo que me detiene? ¿Creo que mi vida mueve el corazón de Jesús? Si no creo esto, tengo que orar mucho para creerlo, para que me sea concedida esta gracia. […] Y pidamos al Señor que seamos cristianos que sepan discernir lo que sucede en el propio corazón y elegir bien el camino por el que el Padre nos lleva hacia Jesús. (Homilía desde Santa Marta, 19 de enero de 2017)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.