Buen día y buenos deseos de paz, salud y bienestar en este inicio de jornada pero sobre todo lleno de bendiciones.
Señor, los Santos Inocentes, mártires a los que hoy honramos, dieron testimonio de ti no proclamando tu nombre con palabras, sino entregando su vida por ti, aún sin ser conscientes de ello. Ayúdanos, Señor, que en este día sepamos nosotros dar testimonio de ti, tanto por las palabras que decimos como por la forma como vivimos nuestra fe. Danos la luz de tu amor para que no vivamos en la tiniebla del egoísmo ni en el miedo que llevó a Herodes a negarte y a sentir envidia de tu venida. Hoy te pedimos que ─al igual que los Santos Inocentes─ nuestro testimonio sea en el silencio y las buenas acciones, que las obras y palabras puedan hacer de nuestro día lo que Tú esperas.
Ayúdanos a comprender el dolor y la incertidumbre de tantos padres y madres que en ocasiones sienten temor por el bienestar de los hijos. María y José, tuvieron que vencer obstáculos de egoísmo, incomprensión y persecución, pero la fortaleza y la confianza en Dios de María y José los ayudaron a salir adelante. Hoy te pido, Señor, por las madres y padres que dan la vida por sus hijos, por su paciencia y fortaleza, su comprensión y apoyo mutuo. Bendice a nuestros papás, dales sabiduría e inteligencia para seguir guiando a sus hijos. Amén.
Que sea un muy bendecido miércoles.
REFLEXIÓN
"¿Qué significa la muerte de estos niños? ¿Por qué Herodes se atrevió a un crimen tan horrible?". Es que, dicen Herodes y sus consejeros, "ha aparecido en el cielo un signo extraño; que, aseguran los magos, significa la venida de otro rey"... Hoy, el Sol de justicia disipa las tinieblas del mal y hace brillar su luz sobre toda la naturaleza, el que asume nuestra naturaleza humana... En esta fiesta de la Natividad "las puertas de la muerte se han destrozado, se han roto las barras de hierro" (Sal 107, 16); hoy se abren las puertas de la justicia... Porque "por un hombre, Adán, vino la muerte; hoy por un hombre viene la salvación" (Rm 5, 18) ... (San Gregorio de Nisa, monje, obispo)
NOS ENCOMENDAMOS
La oración de un esposo por su matrimonio y sus hijos ─un esposo ayudando a su hijo y a su esposa a ver a Dios como un Padre─ fomentará en ellos un deseo de oración y de mayor intimidad con Dios.
AGRADECIMIENTO
Querido Niño Jesús, gracias por ser mi más grande consuelo, por darme las respuestas acertadas a cada situación cuando el mundo no las tiene. Gracias por amarme como ningún otro podría, por ser tan bueno e indulgente con mi pobre y débil corazón. Gracias por cada uno de mis seres queridos, por las personas que has puesto en mi camino y que han ayudado a mi poca fe. Gracias por ser un Rey Todopoderoso que sigue a mi lado a pesar de mis continuas fallas y desaciertos. Gracias, Jesús amigo, por tu infinita providencia sobre mi vida...