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30-dic.-2023, día 6 de la Octava de Navidad

Que nosotros nos despojemos de las tinieblas del negativismo y podamos ver con claridad toda la bondad y la riqueza que nos has concedido

Se va terminando el año. Es tiempo de hacer un poco de balance y de soñar con nuevos proyectos. Ana, la anciana profetisa, da gracias a Dios, bendice y habla maravillas de ti.

Dice un sabio y viejo consejo que más vale encender una vela que maldecir la oscuridad. Cuando miramos nuestra realidad, muchas veces nos vemos inclinados a renegar de nuestra suerte. Y esto sólo hace que veamos lo negativo, el lado oscuro de las cosas no nos falta. Nos enceguecemos. ¡Hay tantas cosas que no están bien! Pero, tenemos que mirar con ojos de fe y luz de esperanza y ver que hay razones para vivir en optimismo y confianza. No somos ciegos ni para ver el mal ni para no sentirlo. Pero, Tú nos inspiras a reconocerte y a acogerte como nuestro Salvador que nos has traído amor, esperanza y paz. 

Reconociéndote, Señor, podemos acogerte en todo lo que es pequeño y humilde y, ante todo, tener corazón agradecido porque es más la claridad en nuestras vidas que los pocos obstáculos que, gracias a que siempre estás con nosotros hemos, podido superar. Ana se despojó de sí misma, para adorarte y bendecirte. Que nosotros nos despojemos de las tinieblas del negativismo y podamos ver con claridad toda la bondad y la riqueza que nos has concedido especialmente en dones de amor, amistad, servicio y entrega. Recorremos el sendero que nos falta de este año, momento de dar gracias a Dios por todo lo recibido, y te pedimos nos concedas mirar el horizonte de aquel amanecer que comienza a vislumbrarse lleno de cosas hermosas, como esperamos será el 2024, contando con tu bendición y tu presencia.

Que sea un muy feliz sábado para todos. Gracias, Señor. Feliz y santificado sábado.

Pensamientos para el Evangelio de hoy

* «Despiértate: Dios se ha hecho hombre por ti. Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz. Por ti precisamente, Dios se ha hecho hombre» (san Agustín).

* «Ana es “profetisa”, mujer sabia y piadosa. Su larga viudez, dedicada al culto en el Templo y su participación en la espera del rescate de Israel concluyen en el encuentro con el Niño Jesús» (Benedicto XVI).

* «Con Simeón y Ana toda la expectación de Israel es la que viene al “Encuentro” de su Salvador. Jesús es reconocido como el Mesías tan esperado» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 529).

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.