Último amanecer en este mes de septiembre y primer día de la semana, nuestro corazón se llena de optimismo, de alegría y de esperanza porque nos hemos levantado gozando de salud y bienestar. Esperamos que esta semana sea llena de bendiciones para cumplir tu voluntad y la voluntad del Padre celestial. Permite que nuestras labores y actividades sean de generosidad, fraternidad y solidaridad en este día. Recordamos a san Jerónimo, que nació en Estridón, Dalmacia, en el año 340, estudió en Roma y allí fue bautizado. Conocido como el “león del desierto”, manejaba muy bien el latín, el hebreo y el griego. Filósofo retórico, gramático y dialéctico, escritor rico y fecundo que por pedido del papa Dámaso I tradujo al latín el antiguo y el nuevo testamento que se conoce como la Vulgata, la Biblia oficial del cristianismo; su fuerte personalidad, suscitaba, entusiasmo y polémicas. Originó nuevas formas de vida religiosa, vivió una vida acética en Belén, donde murió en el año 420.
Que tu Espíritu Santo nos enseñe cómo el que no está contra nosotros está a nuestro favor, cómo se nos exige claridad acerca de que, si somos ocasión de escándalo, tratemos de evitarlo. Nuestras buenas acciones sean motivo de alabanza y regocijo. Tengamos en cuenta las palabras de Job: “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor”.
¡Llenémonos de paciencia!!