Qué bella fiesta nos regalas en este último domingo del año, cuando se va acercando el comienzo de uno nuevo, que lo queremos recibir con actitudes positivas y deseos de superar y dejar atrás lo negativo. Nuestro corazón se llena de tu amor y lo único que podemos es darte gracias porque estamos llegando al camino que quisiste recorrer con nosotros. En esta fiesta de la Sagrada Familia pensamos en todas las familias. ¿Hay familias santas, además de la de Nazaret? Sí, las hay, cada una en su estilo, si los integrantes, padres e hijos, se aman y respetan mutuamente y dejan que tu alimentes y profundices su afecto; sí, si el alimento, la alegría y el cuidado se comparten; sí, si las dificultades se superan y se resuelven de una manera que permita a sus miembros crecer juntos en el perdón y en la comprensión mutua; sí, hay familias santas donde la puerta se abre con hospitalidad, y donde tú mismo eres acogido. Aunque tenemos las dificultades propias de toda familia, donde no todos somos perfectos, ayúdanos para que sepamos valorarnos y comprender, como nos dice san Pablo, que debemos sobrellevarnos mutuamente y donde valoremos el aporte que cada uno vamos haciendo. Que sepamos valorar el cariño, esfuerzo y sacrificio que hace mamá, donde calladamente nos sirve y nunca falta el alimento para cada uno de nosotros y donde es la última en conciliar el sueño hasta saber que todos sus hijos han regresado a casa. Donde el esfuerzo de papá para llevar lo necesario a casa y procurar nuestro bien, sea valorado. Que como hijos abramos nuestro corazón agradecido por todo lo recibido y que valoremos el tener una familia, con sus pequeños defectos, pero con su riqueza máxima que es el AMOR —No olvidemos nunca lo que nos dice el libro del Eclesiástico: “El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros”—. Al finalizar el año, te damos gracias, Señor, por nuestras familias y te encomendamos que a ejemplo de la Familia de Nazaret tengamos los mismos sentimientos: Esposos ámense como pide el Señor. Hijos con corazón agradecido amen y obedezcan a sus padres.
Que san José, modelo de padres, proteja a los nuestros; María, corazón del hogar, interceda por nuestras madres; y tú, Señor, nos ayudes a obedecer y saber sobrellevarnos mutuamente cumpliendo la voluntad del Padre Celestial, a ejemplo tuyo.
Nuestras actitudes y pensamientos, al finalizar e iniciar este nuevo año, sea de abrazos, bendiciones y reconciliaciones. Nuestros agüeros sean: prosperidad: trabajo y salud; abrazos, sonrisas y palabras de esperanza. Abrazos y bendiciones abundantes. UN MUY FELIZ, OPTIMISTA Y ESPERANZADOR INICIO DE AÑO.
Envío una oracioncita para hacerla en cualquier momento.
ACCIÓN DE GRACIAS
Gracias, Padre, por todo cuanto me diste en el año que termina.
Gracias por los días de sol y los nublados; porque fuiste luz en medio de las tinieblas, por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y la enfermedad, por las penas y las alegrías.
Gracias por todo cuanto me prestaste y luego me pediste.
Gracias, Señor, por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce.
Por todas las personas con las que pude compartir.
Por todos los que desinteresadamente hicieron mi vida más agradable.
Por mis amigos y amigas con los que compartí mis momentos de alegría y mis momentos de dificultad y que fueron tu mano extendida llena de amor.
Por las flores y las estrellas, por la existencia de nuestras familias.
Gracias por la soledad, por el trabajo por las inquietudes, las dificultades y las lágrimas. Por todo lo que me acercó a ti...
Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento...
Gracias por nuestros hermanos y hermanas que siguen siendo especiales para ayudarnos y protegernos. Por nuestros sobrinos y sobrinas que han llegado a aumentar nuestra gran familia, por las alegrías y felicidades compartidas.
Gracias por las personas que conocí y que tanto bien me ha hecho su amistad.
¿Qué me traerá el año que comienza? Lo que tú quieras, Señor.
Pero te pido FE para mirarte en todo, ESPERANZA para no desfallecer y CARIDAD para amarte cada día más y para hacerte amar.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad.
Dame, Señor, lo que Tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.
Derrama, Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concédenos tu paz…
Ahora te pido Señor, el don de la fortaleza: si lloro sea de alegría y no por momentos de tristeza. Si río sea por vivir momentos de alegría pero ante todo, Señor, que te siga teniendo en mi corazón. Así sea.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
* «Nazaret es la escuela donde se inicia el conocimiento del Evangelio. ¡Cómo quisiéramos volver a empezar, junto a María, nuestra iniciación a la verdadera ciencia de la vida!» (san Pablo VI)
* «La familia de Jesús, siendo una familia como las demás, es modelo de amor conyugal, de colaboración, de sacrificio, de confianza en la divina Providencia…, de todos los valores que la familia conserva y promueve, contribuyendo a formar el entramado de toda sociedad» (Benedicto XVI).