Pasar al contenido principal

6-ene.-2024, sábado antes de la Epifanía del Señor

El abandono confiado en ti y en tu proyecto de vida nos mantienen despiertos, con capacidad de lucha y de amor

Buenos días, Señor, hoy queremos darte gracias por un nuevo amanecer —que lo iniciamos en optimismo y con mucha alegría— porque el trinar de los pajaritos nos anuncia que es hora de levantarnos y al clarear esta mañana, emprendemos una nueva jornada. Nuestros sentimientos dirigidos a ti son para amarte mucho más por todo lo que de ti vamos recibiendo. Prácticamente terminamos esta primera semana del año y queremos expresarte nuestra alegría por lo que hemos podido realizar. Nuestros anhelos se van cumpliendo y confiamos en tus bendiciones generosas para cada actividad a realizar. Ahora tomaremos este primer aire de descanso, para emprender con ánimo una nueva semana.

Juan nos motiva a creer y crecer en la fe en ti. Esta fe, que según Juan se traduce en vida, es la que nos hace fuertes frente a obstáculos como el sufrimiento, las dificultades, las persecuciones, la enfermedad y el miedo.

El abandono confiado en ti y en tu proyecto de vida nos mantienen despiertos, con capacidad de lucha y de amor. Señor, creemos que tú eres el Mesías enviado de Dios. Te seguimos recibiendo hoy en nuestro corazón. Ayúdanos a vencer toda tentación para que nada nos distraiga y desvíe de tus caminos. Que nuestras obras sean encaminadas al servicio y la entrega generosa y desinteresada.

Guárdanos y protégenos y ayúdanos a ser perseverantes en la fe. Amén.

Descansemos y compartamos con los que amamos. Feliz y descansado fin de semana y agradable sábado.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Nosotros a menudo rezamos a Jesús; rezamos al Padre, especialmente en el «Padrenuestro»; pero no muy frecuentemente rezamos al Espíritu Santo, ¿es verdad? Es el olvidado. Y necesitamos pedir su ayuda, su fortaleza, su inspiración. El Espíritu Santo que animó totalmente la vida y el ministerio de Jesús, es el mismo Espíritu que hoy guía la vida cristiana, la existencia de un hombre y de una mujer que se dicen y quieren ser cristianos. Poner bajo la acción del Espíritu Santo nuestra vida de cristianos y la misión, que todos recibimos en virtud del Bautismo, significa volver a encontrar la valentía apostólica necesaria para superar fáciles comodidades mundanas. (Ángelus, 11 de enero de 2015)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.