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8-ene.-2024, lunes de la 1.ª semana del Tiempo Ordinario

Fiesta del bautismo del Señor 

Alegre mañana para amar con los sentimientos con los que tú nos amas y expresar agradecimiento por habernos llamado a la vida. Gracias por un día más de descanso y de tiempo propicio para amar, servir y ser feliz. Hoy terminamos nuestro tiempo de Navidad, mañana retomaremos nuestras actividades normales y tendremos presente la alegría y felicidad compartidas en familia. Ahora, permítenos meditar en tu palabra:

Cuando le pediste a Juan que te bautizara en el río Jordán —como a muchos otros—, nos mostraste claramente que tu misión era salvarnos. Cuando nosotros recibimos el bautismo, expresamos, por medio de nuestros padres y padrinos, que habíamos llegado a ser uno contigo. Desde aquel día participamos en tu tarea de servir y amar a nuestros hermanos. Si lo hacemos así, entonces el Padre eelestial puede decirnos a nosotros también: «Tú eres mi hijo o hija amado/a». Infunde tu Espíritu Santo que insufle en nosotros la fortaleza necesaria para apartar todo miedo y rencor; el fuego de su amor para llevar calor esperanzador; y fervor en la oración para no apartarnos de ti.  Que nos traiga armonía y nos guíe en nuestra misión de anunciar, amar y servir, para que todos te alaben y te den gracias. Renuévanos y aléjanos de nuestras incertidumbres y de nuestros vanos apegos. Envíanos a caminar sin miedo por el camino de tu justicia y de tu paz, de tu amor y misericordia, para que seamos hijos queridos del Padre junto a ti, que eres fiel y obediente a su voluntad. Que mañana martes al iniciar nuestras labores cotidianas lo hagamos con mucha fe y optimismo, sin olvidarnos de dar testimonio de lo vivido en gozo y alegría en esta Navidad. Te alabamos, te bendecimos, te glorificamos y te pedimos tu bendición. Guárdanos y protégenos de todo mal.

Feliz lunes de descanso.

El amor de Dios inunde nuestros corazones.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Después de estos treinta años de vida escondida empieza la vida pública de Jesús. Y empieza precisamente con el bautismo en el río Jordán. Pero Jesús es Dios, ¿por qué se hace bautizar? El bautismo de Juan consistía en un rito penitencial, era signo de la voluntad de convertirse, de ser mejores, pidiendo perdón por los propios pecados. Realmente Jesús no lo necesitaba. De hecho Juan Bautista trata de oponerse, pero Jesús insiste. ¿Por qué? Porque quiere estar con los pecadores (…) Después de este gesto de compasión de Jesús, sucede algo extraordinario, los cielos se abren y se desvela finalmente la Trinidad. El Espíritu Santo desciende en forma de paloma (cf. Mc 1,10) y el Padre dice a Jesús: «Tú eres mi Hijo muy querido» (v. 11). Dios se manifiesta cuando aparece la misericordia. No olvidar esto: Dios se manifiesta cuando aparece la misericordia, porque ese es su rostro. Jesús se hace siervo de los pecadores y es proclamado Hijo; baja sobre nosotros y el Espíritu desciende sobre Él. Amor llama amor. Vale también para nosotros: en cada gesto de servicio, en cada obra de misericordia que realizamos Dios se manifiesta, Dios pone su mirada en el mundo. (Ángelus, 17 de enero de 2021)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.