Con fe y alegría, despertamos en tu Santo Nombre y te damos gracias por lo que nos concedes. Haz que este día transcurra en armonía y buenos sentimientos y danos la fortaleza necesaria para proclamar tus obras y tu palabra.
Hoy tu palabra nos inspira a reconocer nuestras debilidades y aumentar nuestra fe en tu llamado. El profeta se sentía perdido e impuro, Pedro se sentía pecador. A los dos Dios les recoge, les levanta y les hace colaboradores de su plan de salvación. «No temas, desde ahora serás pescador de hombres». Para Isaías y para Pedro —y también para quienes escuchamos tu voz— se abre un nuevo futuro más allá de nuestras limitaciones, de nuestros pecados. Tú nos llamas a colaborar contigo, a ser mensajeros y testigos de tu amor y tu misericordia. Y todo eso por pura gracia y amor.
Aleja de nosotros el miedo de que somos demasiado incapaces para ser mensajeros e instrumentos de tu perdón y de tu amor, ya que eres tú mismo quien nos llama. Envíanos a preparar con alegre esperanza la venida gloriosa de tu reino. Haznos a todos y cada uno de nosotros capaces de realizar nuestra misión y envíanos “mar adentro” con la fuerza de tu Espíritu para que, en tu nombre, echemos las redes y la pesca sea abundante. Nuestra generosidad sea la mayor satisfacción para responder a tu llamado: “aquí estoy, mándame”.
Un muy feliz y alegre Domingo.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Jesús lo alienta diciendo: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres» (v. 10), porque Dios, si confiamos en Él, nos libra de nuestro pecado y nos abre un nuevo horizonte: colaborar en su misión. El mayor milagro realizado por Jesús para Simón y los demás pescadores decepcionados y cansados, no es tanto la red llena de peces, como haberlos ayudado a no caer víctimas de la decepción y el desaliento ante las derrotas. Les abrió el horizonte de convertirse en anunciadores y testigos de su palabra y del reino de Dios. Y la respuesta de los discípulos fue rápida y total: «Llevaron a tierra las barcas y dejando todo lo siguieron» (v. 11). ¡Qué la Santísima Virgen, modelo de pronta adhesión a la voluntad de Dios, nos ayude a sentir la fascinación de la llamada del Señor y nos haga disponibles a colaborar con él para difundir su palabra de salvación en todas partes! (Ángelus, 10 de febrero de 2019)