Hoy te damos gracias por lo que nos regalas al despertar: un nuevo día de vida, unos deseos de felicidad y ansias de fe y esperanza. Señor Dios nuestro, nos quedamos asombrados de todo lo que haces en medio de nosotros; nos visitas, compartes nuestra mesa y renuevas nuestra fortaleza. Líbranos de nuestros miedos y vacilaciónes porque creemos que todo lo que tú quieres para nosotros es precisamente que seamos felices. Señor, tú nos dices en la palabra del Eclesiastés que rechacemos las penas del corazón y rehuyamos los dolores del cuerpo. Danos la fortaleza necesaria para ir con optimismo y una confianza plena en ti a afrontar el devenir de este dia, sabiendo que contigo a nuestro lado nada nos puede vencer. Gracias, Señor, porque sabremos darte gracias al terminar el día, porque serán muchísimos los momentos de alegría y pocos de tristeza. Gracias por darnos la fuerza en las obras que realizamos y que tu bendijiste abundantemente. Gracias por la intercesión de nuestra madre en su advocacion de Nuestra Señora de las Mercedes, bajocuyo amparo fuimos acogidos. Hoy una oración por nuestros hermanos detenidos justa o injustamente y Maria sea su fortaleza. Te alabamos y te bendecimos. Amén.
Feliz y santificado jueves compartido y servido en nuestros hermanos.
ORACIÓN A LA VIRGEN DE LAS MERCEDES
Santísima Virgen de las Mercedes,
Madre de Dios y de todos los hombres,
Esperanza y Consuelo de los afligidos,
escucha nuestro clamor;
atiende nuestra súplica
como atendiste en otro tiempo la de los cautivos cristianos,
y, como a ellos los libraste
de las cadenas de la opresión,
líbranos hoy a nosotros,
de nuestro egoísmo y sus cadenas
líbranos de la mentira,
líbranos de la avaricia,
líbranos de la inseguridad y de la indiferencia,
líbranos de la injusticia, del odio y del rencor.
Ayúdanos, Virgen de las Mercedes,
a buscar y a encontrar remedio
a nuestras necesidades.(hacer la petición)
Y, como siempre,
socórrenos en todos los peligros.
Te invocamos, Madre de Misericordia,
y esperemos confiados que nos enseñes
a escuchar la voz de Dios y a seguir sus enseñanzas.
Y, ya que nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
desde la cruz nos encomendó a tu cuidado y protección,
haz resplandecer sobre nosotros
el dulce nombre con el cual te veneramos,
VIRGEN DE LAS MERCEDES,
Madre y Señora Nuestra.
Amén.