Un nuevo rumbo y un nuevo sendero en el que vamos encontrando el camino que hemos de recorrer al inicio de este nuevo mes que nos regalas, lleno de misericordia por tu bondad. Gracias. Señor, por darnos la ocasión de encontrar lo nuevo y lo antiguo. Lo nuevo comienza para nosotros, lo antiguo va quedando atrás. Ahora miramos un horizonte de optimismo y de fe.
Por tu bondad y misericordia, te damos gracias, por hacernos a tu imagen y guiar nuestro camino. Nuestro corazón experimenta la grandeza de tu amor. Como el Alfarero que comienza a moldear la vasija, así estamos en tus manos. Si al alfarero le sale mal la vasija que está haciendo, la vuelve a hacer… Tal es el mimo que el alfarero pone para que la vasija quede bien. Así es El Padre con nosotros; sus manos son buenas manos, Él puede y quiere hacer una buena vasija. Lo lógico es que la vasija se fíe de Él y se deje hacer, sea fiel al compromiso de la alianza de amor hecha con Él. Nosotros, los seducidos y emocionados, queremos ser la arcilla que el Padre quiere moldear, limpiándonos de toda imperfección de egoísmo, mentira y pereza. Queremos poner nuestra vida, nuestros días, nuestros afanes, nuestros desvelos, nuestras luchas, nuestro ser, en manos del mejor Alfarero que es Dios, Nuestro Padre. Ayúdanos, Señor, a ser barro noble y humilde que se deje moldear por la Voluntad del Padre y permite que seamos vasijas no sólo para adornar, sino para servir a nuestros hermanos y que ellos se sirvan de las vasijas de nuestros corazones, para amar. Hoy queremos ser los buenos peces que son recogidos por la red de esperanza en el inmenso mar de la misericordia y ser acogidos en tu presencia. Bendícenos abundantemente y danos tu misericordia. San Alfonso Maria de Ligorio, fundador de la Congregación del Santísimo Redentor y autor de “las glorias de María” nos ayude e interceda por nosotros. Amén.
Nuestra Madre del Perpetuo Socorro nos auxilie y nos proteja.
Feliz jueves lleno de cosas hermosas pero ante todo de la presencia de Dios.
Iniciemos nuestro mes con mucha alegría y disponibilidad.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
En nuestros días, todos lo sabemos, la vida de algunos puede resultar mediocre y apagada porque probablemente no han ido a la búsqueda de un verdadero tesoro: se han conformado con cosas atractivas pero efímeras, de destellos brillantes pero ilusorios porque después dejan en la oscuridad. Sin embargo la luz del Reino no son fuegos artificiales, es luz: los fuegos artificiales duran solamente un instante, la luz del Reino nos acompaña toda la vida. El Reino de los cielos es lo contrario de las cosas superfluas que ofrece el mundo, es lo contrario de una vida banal: es un tesoro que renueva la vida todos los días y la expande hacia horizontes más amplios. De hecho, quien ha encontrado este tesoro tiene un corazón creativo y buscador, que no repite sino que inventa, trazando y recorriendo caminos nuevos, que nos llevan a amar a Dios, a amar a los otros, a amarnos verdaderamente a nosotros mismos. El signo de aquellos que caminan en este camino del Reino es la creatividad, siempre buscando más. Y la creatividad es la que toma la vida y da la vida, y da, y da, y da… Siempre busca muchas maneras diferentes de dar la vida. Jesús, no puede hacer otra cosa que suscitar la alegría, toda la alegría del mundo: la alegría de descubrir un sentido para la propia vida, la alegría de sentirla comprometida en la aventura de la santidad. (Ángelus, 26 de julio de 2020)