Buen domingo para dar gracias a Dios por lo recibido durante la semana y esperar nuevas bendiciones. En tiempos difíciles como los nuestros nos quejamos con frecuencia por las situaciones complicadas que encontramos: indiferencia, egoísmo, injusticias que permanecen o incluso aumentan. Muchas veces hay poco amor y compasión entre nosotros. Sin embargo, tú viniste hace mucho tiempo… La pregunta que nos haces hoy es: ¿Qué hemos hecho con respecto a tu Buena Nueva sobre el amor, la justicia y la paz? ¿Hemos construido hacia los otros las avenidas de integridad y fidelidad, de confianza en ti y de confianza mutua entre nosotros? ¿Podemos decir "Aquí está nuestro Dios" en cuyo nombre debemos hacer las cosas?
Sabemos que esa debe ser nuestra tarea. Ahora te pedimos que nos ayudes a llevar a cabo esta misión sin decaer, porque estamos preparando los caminos o seguimos caminando en medio de calles destruidas y llenas de huecos de indiferencia, soledad, desesperanza y egoísmo.
¿Qué esfuerzos hemos hecho nosotros para construir caminos que lleven a ti a nuestros hermanos? Hoy la voz del profeta Isaías trata de despertarnos. Nos llama a preparar el camino tuyo, a hacer sus senderos llanos y rectos para que sean caminos que conducen a ti, caminos de conversión, reconciliación, de amistad, de solidaridad y sobre todo de mucho amor. Permite que nuestras voces sean de aliento para los sordos y ciegos a tu venida. Llénanos de tu alegría y tu esperanza para anunciarlas a los demás y, ante todo, permítenos que las calles, avenidas, montes y senderos de nuestro corazón, estén adornados y preparados para recibirte como el huésped principal en nuestras vidas y en nuestros hogares. Ten mucha paciencia con nosotros, perdona nuestros desesperos y angustias y ante todo llénanos de esperanza y alegría y esto lo contagiemos a nuestros hermanos. Amén.
Ánimo, se acerca nuestra salvación. La semilla cae en terreno pedregoso; vayamos quitando las piedras del desinterés, del egoísmo preparemos el camino del amor, del servicio y la fraternidad.
Bendecido y santificado domingo compartido en familia. Abrazos y bendiciones.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Para preparar el camino al Señor que viene, es necesario tener en cuenta los requisitos de conversión a la que invita el Bautista. ¿Cuáles son estos requisitos de conversión? Ante todo, estamos llamados a rellenar los barrancos causados por la frialdad y la indiferencia, abriéndonos a los demás con los mismos sentimientos de Jesús, es decir, con esa cordialidad y atención fraterna que se hace cargo de las necesidades del prójimo. Es decir, rellenar los barrancos producidos por la frialdad. No se puede tener una relación de amor, de fraternidad, de caridad con el prójimo si hay “agujeros”, así como no se puede ir por un camino con muchos baches, ¿no? Hace falta cambiar de actitud. Y todo esto hacerlo también con una atención especial por los más necesitados. Después es necesario rebajar tantas asperezas causadas por el orgullo y la soberbia. (…) El creyente es aquel que, a través de su hacerse cercano al hermano, como Juan el Bautista, abre caminos en el desierto, es decir, indica perspectivas de esperanza incluso en aquellos contextos existenciales tortuosos, marcados por el fracaso y la derrota. (Ángelus, 9 diciembre 2018)