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10-feb.-2024, sábado de la 5.ª semana del Tiempo Ordinario

Tu mirada capta las necesidades reales, materiales o espirituales. Y esta mirada nacida de la compasión se convierte en gesto, y éste en don para la vida

Hoy es día oportuno para darte gracias porque todo procede de ti: el don de la vida que nos regalas, nuestros bienes materiales y espirituales, nuestras familias, nuestros amigos…, todo ello obra de tu generosidad y de tu amor. Pero, a veces olvidamos que somos obra de tus manos. Ayúdanos para no caer en el mismo error que Jeroboam y danos el poder tener el corazón sencillo, humilde y abierto para reconocer que no somos autosuficientes, que no podemos construir nuestra vida nosotros solos, sino que necesitamos de Ti, necesitamos de tu gracia para buscarte, encontrarte y escucharte.

Tu mirada capta las necesidades reales, materiales o espirituales. Y esta mirada nacida de la compasión se convierte en gesto, y éste en don para la vida. Tu compasión es fruto de tu amor y generosidad, que te hacen acercar con sencillez y ternura al más necesitado. Es una compasión generosa y oportuna, porque el bienestar de la persona para ti es lo primero. En aquella ocasión hiciste que tus discípulos repartieran aquellos panes y peces y hoy quieres que nosotros seamos los que repartamos el pan de la fe y los pescados de la esperanza y quieres que lo hagamos en alegría y felicidad, ya que hay más alegría en dar que en recibir. Sean estas actitudes nuestra confianza en ti y nuestra generosidad a los demás.

Hoy nos regalas el ejemplo y testimonio de santa Escolástica; ella nos recuerda que una vida de oración y de comunidad dan testimonio de tu presencia. Haznos ver claramente que eres tú el que finalmente cuentas, que tú eres el sentido de nuestras vidas. Nos alimentas, no sólo con tu palabra, sino con tu presencia. Hoy te podamos ofrecer los panes de la humildad y los peces de nuestra generosidad para que tú los bendigas y los multipliques.  En este sábado de descanso ayúdanos a mirar con los ojos del amor, de la fraternidad, de la solidaridad, de la justicia, de la misericordia, de la compasión. Que sea un Feliz y bendecido fin de semana vivido y compartido.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Jesús nos enseña a anteponer las necesidades de los pobres a las nuestras. Nuestras exigencias, incluso siendo legítimas, no serán nunca tan urgentes como las de los pobres, que no tienen lo necesario para vivir. Nosotros hablamos a menudo de los pobres. Pero cuando hablamos de los pobres, ¿nos damos cuenta de que ese hombre, esa mujer, esos niños no tienen lo necesario para vivir? Cuántas veces nosotros miramos hacia otra parte para no ver a los hermanos necesitados. Y este mirar hacia otra parte es un modo educado de decir, con guante blanco, «arreglaos solos». Y esto no es de Jesús: esto es egoísmo. (…) Esos pocos panes y peces, compartidos y bendecidos por Dios, fueron suficientes para todos. ¡Y atención! No es magia, es un «signo»: un signo que invita a tener fe en Dios, Padre providente, quien no hace faltar «nuestro pan de cada día», si nosotros sabemos compartirlo como hermanos. (Ángelus, 3 de agosto de 2014)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.