Alegre y esperanzador día el que nos regalas para vivirlo en tu amor, con tu confianza y tu presencia. Gracias, Señor, porque estamos terminando una semana más de labores y nos has concedido el poder realizar todas nuestras tareas y ver cumplidos nuestros anhelos y esperanzas, aunque con frecuencia sentimos que nuestra fe era puesta a prueba en la confusión y los afanes de nuestro diario vivir.
Hoy te pedimos que el Espíritu Santo hable en nosotros cuando encontremos contradicciones a causa de tu palabra. Que Tú seas nuestra fortaleza cuando tengamos que vivir incertidumbres e inseguridades. Permanece con nosotros y danos un corazón grande para amar y fuerte para luchar. Gracias, Señor, por enseñarnos a servir con generosidad y disponibilidad, sin tener más intereses que trabajar por tu Reino y sabiendo que la recompensa no la tendremos en lo material, sino en lo espiritual: cien veces más. Concédenos vivir este día siendo generosos en fraternidad y humildes en servicio y solidaridad. Que todo lo podamos cumplir para glorificarte y hacer tu voluntad: “Dejarlo todo para ganarte a Ti”. «Cuando los entreguen, no se preocupen de lo que van a decir o de cómo lo dirán: en aquel momento se les sugerirá lo que tienen que decir, porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes». San Benito, a quien celebramos en este día, nos enseñe a ser generosos y confiados únicamente en tu amor y el llamado que nos hiciste. Amén.
Ojalá leamos con detenimiento el Libro de los Proverbios. Un muy feliz y anhelado y generoso viernes. Vivámoslo en felicidad y alegría
LAS PALABRAS DE LOS PAPAS
«La respuesta de Jesús es clara: “Yo os digo: no hay ninguno que haya dejado todo sin recibir todo”». No hay término medio: «Ya lo ves, nosotros hemos dejado todo», «recibiréis todo». Hay sin embargo «esa medida desbordante con la que Dios da sus dones: “recibiréis todo. Nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madres, padres, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, que no reciba ya ahora en este tiempo quedará sin recibir cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, campos, y la vida eterna que vendrá”. Todo». «El Señor no sabe dar menos de todo. Cuando Él dona algo, se dona a sí mismo, que es todo». (Papa Francisco, Homilía Santa Marta, 28 de febrero de 2017)