Alegre y bendecido despertar. Señor, te damos gracias por el don de la fe por el don del perdón y el amor que tú nos trajiste. Todo lo que tocamos y sentimos es pura gracia y don gratuito, por eso te pedimos: danos un corazón agradecido, Señor, para reconocer tu bondad en la naturaleza, en la gente que nos rodea, en las cosas que podemos realizar, ya que hemos recibido todo gratuitamente de ti. Que aprendamos a dar con manos y corazón abiertos, sin esperar o pedir nada a cambio, y a darnos a nosotros mismos junto con nuestros dones.
Qué hermoso es cuando nuestros sentimientos expresan la gracia y la alegría por todos los bienes espirituales y materiales recibidos de tu generosidad, que nos ayudan a reconocer el amor con que nos amas. Ojalá en los quehaceres de este día llevemos tu bondad y generosidad, nuestro servicio y entrega a nuestros hermanos y así podamos expresar como san Pablo: “Bendito sea Dios que nos ha bendecido en la persona de Cristo”. Bendícenos y guárdanos en tu amor. Amén.
Un feliz y vocacional jueves.
Reflexión del papa Francisco
Jesús reprende a los fariseos fuertemente... Muchas veces Jesús dice “hipócritas, hipócritas” a los fariseos, a los doctores de la ley... A menudo la gente olvida que todo es gratuito, que Dios tomó la iniciativa para salvarnos, y se ponen del lado de la Ley y tratan de aferrarse a ella; y cuanto más detallada sea, mejor. Así se aferran tanto a la ley que no reciben la fuerza de la justicia de Dios... Esas personas perdieron la clave del conocimiento porque perdieron el sentido de la cercanía de Dios. En realidad, el Dios de la revelación es el Dios que se puso en camino con nosotros desde Abraham hasta Jesús: Dios que viaja con su Pueblo.
