Sentimos la alegría de darte gracias por una semana laboral que vamos terminando y por estos días que nos vas regalando; días de satisfacción y días de carreras y obstáculos vividos con la certeza de tu cercana presencia. Gracias por todo Señor, pero especialmente por tu compañía.
Padre, te damos gracias porque nos amas tal como somos, incluso cuando ves nuestras faltas y defectos.
Tú te olvidas del mal que hacemos y nos consideras suficientemente buenos como para darnos el mejor regalo: tu Amor. Acepta nuestra sincera acción de gracias y cólmanos con tu espíritu de confianza y misericordia para que nosotros también aprendamos a confiar en los demás y a amarnos unos a otros, para llegar a ser la comunidad en la que Tú siempre estás en medio de nosotros. Danos la suficiente fuerza y fortaleza para ser testigos privilegiados de tu amor y ante todo, Señor, que no tengamos miedo ante las circunstancias adversas que se puedan presentar; al contrario, que con valentía las podamos afrontar ya que nos has regalado un espíritu de hijos y no de seres temerosos. Recurrimos a tu protección y auxilio y te pedimos que tu compañía y la gracia de nuestra Madre sean la mayor alegría y felicidad en este día. Amén.
Un muy feliz viernes que nos disponga a vivir un anhelado fin de semana.
Oración de Paz y Calma
Nada impuro podrá entrar en ella, ni tampoco entrarán los que hayan practicado la abominación y el engaño. Únicamente podrán entrar los que estén inscritos en el Libro de la Vida del Cordero. (Apocalipsis 21,27) Ningún logro terrenal debe importarnos tanto como el de fijar nuestro mayor objetivo en alcanzar a disfrutar los Banquetes del Cielo.