En esta mañana que nos anuncia el resplandor de un nuevo día, lo queremos iniciar en humildad y sencillez de corazón, para salir ilusionados al encuentro de nuestros hermanos y ser verdaderos discípulos misioneros que estamos emprendiendo un nuevo rumbo y un deseo inmenso de llevar esperanza a todos aquellos con quienes compartiremos este día. Hoy te queremos dar gracias, Señor, porque el testimonio de Juan Bautista es una luz que nos indica cómo hemos de preparar tu venida ahora en Navidad y durante todos los días del año.
Tú nacerás de verdad en las personas que llevemos una vida como Juan Bautista: sencilla y pobre y que tratemos de usar de las cosas del mundo con sabiduría sin olvidar los bienes del cielo; que seamos coherentes y no nos dejemos sacudir por el viento de cualquier idea, novedad o dificultad y seamos fieles a tus principios y sepamos discernir dónde está la verdad y tomemos la vida como una responsabilidad y servicio a nuestros hermanos. Ayúdanos a ser verdaderos discípulos de esperanza y consuelo, anunciando que los caminos de fe ya van estando listos. Danos entusiasmo y optimismo para contagiar a nuestros hermanos.
Te alabamos, te bendecimos y te damos gracias. Feliz jueves vocacional para todos.
Como mensajeros de amor: REGUEMOS EL JARDÍN, CON AGUA DE ESPERANZA
Adviento, tiempo de esperanza
Tiempo de esperanza, en el seno de María crece el fermento de un mundo nuevo, el hijo del Dios vivo que llega a compartir con nosotros. Nace Emanuel, Dios-con-nosotros, hecho niño, pobre, pequeño y necesitado. María nos enseña el camino para hacer nacer a Jesús en nuestro tiempo: confianza, entrega, fidelidad, coraje y mucha fe en el Dios de la Vida.