Te bendecimos y te glorificamos porque estas siempre en el camino de nuestras vidas y nos das fortaleza para caminar en tus senderos. Tu mano está tendida hacia nosotros. Nos invitas a levantarnos y participar en la vida del amor y del servicio, a convertirnos y creer en el Evangelio, porque sólo ahí encontraremos la felicidad, el bienestar, la libertad y la Vida a que tanto aspiramos.
Ahora depende de cada uno de nosotros entrar en esa nueva Alianza. Tenemos 40 días para pensar cuál será nuestra respuesta. Ayúdanos para que nos volvamos plenamente a Ti y a nuestros hermanos. Abre nuestros ojos para ver las tierras del mal que hemos creado. Ayúdanos a orar en la soledad, a sentir nuestra hambre por todo lo bueno y a vencer nuestras tentaciones. Que aprendamos de Ti a creer en la Buena Noticia de Salvación y a dar forma a tu reino de verdad, justicia, desinteresado y generoso amor.
Gracias por decirnos que lo primero que hemos de hacer es convertirnos. «Conviértenos a ti Señor, y nos convertiremos». La conversión es una tarea de toda nuestra vida. Jamás podremos sentarnos a descansar diciéndonos que ya nos hemos convertido totalmente. Cada mañana hay que retomar el camino de la conversión, hay que reorientar nuestra dirección, dirigir el rumbo hacia ti. A tu amor y bendición nos acogemos.
Hoy en nuestro descanso preguntémonos: ¿cuáles son mis tentaciones? ¿cuáles me están apartando de la felicidad y de mi cercanía a ti? ¿cómo me levantaré para vencer mis tentaciones? Ojalá nuestra súplica siga siendo «NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN Y LÍBRANOS DE TODO MAL».
Feliz y firme domingo, de descanso y disfrute de familia.