Al despertar contemplamos la grandeza de tu amor y sólo podemos expresar motivos de alegría, porque sabemos que como tus hijos predilectos nos seguirás concediendo toda la riqueza de la sabiduría, la prudencia y el servicio a nuestros hermanos. Inspíranos la palabra oportuna frente a nuestros hermanos en soledad y tristeza y nuestro generoso servicio.
Señor, hoy nos dices: «A quien mucho se le dio, mucho se le exigirá». Hemos recibido mucho de Ti: el don de la vida, nuestra fe, nuestra capacidad de amar, el perdón de nuestros pecados... Todo esto hace que tengamos corazones agradecidos. Señor, para hacernos comprender que tú esperas de nosotros más de lo que somos capaces de dar, tú nos otorgas de nuevo, como tu mejor ayuda, la palabra que nos guía y nos invita a vivir según el evangelio, como personas liberadas y responsables, para que se progrese en integridad y amor.
Danos oportunidad de seguir siendo administradores fieles. Que estemos en vela para ver las necesidades de nuestros hermanos y entre todos cuidarnos y protegernos de todo mal; que estemos aguardándote en cada momento, con plena confianza en todo lo que nos has dado. Amén.
Miércoles, mitad de semana, dado en gratuidad para seguir amando y sirviendo como administradores fieles que cumplimos tu santa voluntad. Te alabamos y te bendecimos, te damos gracias.
Feliz día en el amor y la fraternidad.
Oración de Paz y Calma
«El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo». (Salmo 23,1-4a) Aprender a confiar en Papá Dios, a tener fe en que Él es nuestro querido Pastor, puede ser una de las lecciones más liberadoras y pacíficas que podamos aprender.
