Muy buen y merecido descanso en este domingo, día del Señor, y sobre todo en esta solemnidad de Cristo Rey.
Señor, tú eres el Rey del Universo, que te muestras en la debilidad y nos recuerdas el triunfo del amor sobre el odio, de la humildad sobre el orgullo de la paz sobre la guerra; porque tu Reino no se impone por la fuerza, sino por la verdad y el amor. Hoy te damos gracias por todo lo que nos has concedido durante todo este año litúrgico que estamos finalizando y al reconocer el poderío de tu reinado nos ponemos en tus manos. Tú quieres que te reconozcamos como nuestro Rey y Señor, coronado de espinas y entronizado en una cruz, como nuestro guía sin ejército ni poder. Haz que elijamos el amor como nuestro único poder y el servicio humilde como nuestra única grandeza. Que sea éste el modo cómo tu reinado crezca entre nosotros, hasta que nos lleves a tu alegría y felicidad eternas. Ayúdanos a dar a cada persona lo que le es debido con respeto, dignidad y justicia. Transfórmanos en constructores de paz y haz que nuestro amor sea generoso y humilde al servicio de todos. Bendícenos y guárdanos hoy y siempre. Amén.
Felicidades y que Jesús reine en nuestros corazones. Muy feliz y hermoso Domingo, día del Señor que REINA en nuestros corazones y nuestras familias.
Oración de Paz y Calma
Jesucristo Rey, ejerce tu soberanía sobre nuestras vidas y que tu gracia, aligere nuestras cargas y disipe todo lo que más nos preocupa. Nos rendimos ante tu Señorío, nos encomendamos a tu Santo Espíritu. «La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, es decir, la palabra de la fe que nosotros predicamos. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado» (Romanos 10, 8-9).