Pasar al contenido principal

21-jul.-2024, domingo de la 16.ª semana del Tiempo Ordinario

«Vengan a mí los cansados y agobiados y yo los aliviaré»

Señor, es grato seguir escuchando que te preocupas por nosotros y nos cuidas con un amor más profundo e incluso más tierno que el de una madre por el hijo de sus entrañas. Te haces cercano de los que más te necesitan: los débiles, los que sufren, los tristes y afligidos. Éste es tu verdadero amor, al que nos invitas para acercarnos a nuestros hermanos, y hacernos sus prójimos: un amor profundo, tierno, constante, duradero, sin miedo a mostrarlo a los demás. Comparte con nosotros tu amor entregado y compasivo, pero ante todo ayúdanos a comprender que somos profetas al servicio de la reconciliación, de la unidad y la armonía, de la esperanza y la solidaridad, comenzando en nuestras familias. No somos profetas de negativismos ni de divisiones, mucho menos de pesimismos. En este Domingo, día dedicado a Ti, abre nuestros corazones para continuar tu misión y ser profetas de la reconciliación, la fe, la esperanza y la caridad, en cada momento de nuestro diario vivir. Que sea momento para recordar que tú nos guías y acompañas siempre; como Buen Pastor nos conduces hacia fuentes tranquilas de armonía y a verdes prados de fraternidad, nos miras con compasión en nuestras dificultades, pero ante todo nos invitas a confiar en Ti. No nos sentimos como ovejas desamparadas, en soledad y tristeza, o desorientadas porque contamos contigo y sentimos la confianza en tus palabras: «vengan a mí los cansados y agobiados y yo los aliviaré». Bendícenos, guárdanos, protégenos y se nuestra compañía. En ti confiamos y a tu amor nos acogemos.

Feliz Domingo vivido en armonía y confianza en Nuestro Buen Pastor.

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.