
24-mar.-2023, viernes de la 4.ª semana de Cuaresma
Señor, hoy haremos el Santo Viacrucis para tomar conciencia de conversión y reconciliación al contemplar tu entrega obediente a la voluntad del Padre celestial
Un nuevo día nos regalas, Señor, para poder manifestar tus obras a nuestros hermanos. Qué bueno poder dar testimonio como tú quieres, Señor, con obras de caridad y misericordia, con palabras de optimismo y alegría.
Otro viernes penitencial para poder reconciliarnos contigo y con nuestros hermanos. Otro viernes para poder vivir en abstinencia y ayuno. Que podamos abstenernos de malas acciones, de voluntades adversas y de situaciones negativas hacia nuestros hermanos. Ayúdanos en este día a que nuestro ayuno verdadero sea nuestra entrega, nuestro servicio, nuestra disponibilidad y ante todo nuestro amor humilde y sencillo. Hoy muchos haremos el Santo Viacrucis, camino de la Cruz, ojalá vivamos un verdadero testimonio y meditemos en el silencio de nuestros corazones el libro de la Sabiduría y el Salmo 33, para tomar conciencia de conversión y reconciliación al comtemplar tu entrega amorosa y obediente al cumplimiento de la voluntad del Padre celestial. Que tengamos oportunidad de dar testimonio de tu presencia en nuestras vidas.
Un muy feliz y penitencial viernes vivido en verdadera armonía.
* «Muchas veces, buscar a Jesús es un bien porque es la misma cosa que buscar la Palabra, la verdad y la sabiduría. Mientras guardamos la semilla de la verdad depositada en nuestra alma, y los mandamientos, la Palabra no se alejará de nosotros» (Orígenes)
* «Como los profetas anteriores a Él, Jesús profesó el más profundo respeto al Templo de Jerusalén. Fue presentado en él por José y María cuarenta días después de su nacimiento. A la edad de doce años, decidió quedarse en el Templo para recordar a sus padres que se debía a los asuntos de su Padre. Durante su vida oculta, subió allí todos los años al menos con ocasión de la Pascua; su ministerio público estuvo jalonado por sus peregrinaciones a Jerusalén con motivo de las grandes fiestas judías» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 583)