Esperanzador amanecer para cada uno de nosotros, gracias a tu bondad y generosidad. Una semana que la iniciaremos confiadamente, ya que tenemos la seguridad de que tú iluminarás nuestros caminos y nos mostrarás el sendero que hemos de recorrer. Todo lo queremos colocar en tus manos y lo hacemos en la alegría de tu bendición. Tú, Señor, nos muestras tu amor, sensible en todos los momentos, y quieres que lo compartamos y nos preocupemos por nuestros hermanos. Que nuestros propios gestos y palabras reflejen siempre el amor generoso y sincero que infundes en nuestras vidas.
Tú nos enseñas hoy que es mejor perdonar que castigar, mejor ayudar que sólo proferir palabras de compasión. Ayúdanos a tener actitudes compasivas y edificantes hacia nuestros hermanos. Al hombre curado, tú le dijiste: “Vete a casa, a tus amigos, y diles cuánto ha hecho el Señor por ti”. También nosotros digamos a nuestros amigos cuánto has hecho por nosotros. Nuestros pensamientos sean de obediencia, compasión y solidaridad.
Feliz inicio de semana y de actividades, bendecidas por el Señor. Con mucha fe y esperanza, con generosidad y alegría vayamos al encuentro de nuestros hermanos sobre todo a los necesitados de amor y misericordia. Bendiciones abundantes en este lunes.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Cuando Jesús comienza a predicar, el primero en pagar las consecuencias es precisamente el mal que aflige al mundo. Los espíritus malignos imprecan: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!» (Marcos 1, 24). Nunca se había visto una santidad semejante: no preocupada por ella misma, sino volcada hacia el exterior. Una santidad – la de Jesús- que se expande en círculos concéntricos, como cuando arrojamos una piedra a un estanque. El mal tiene los días contados, el mal no es eterno, el mal ya no puede hacernos daño: ha llegado el hombre fuerte que toma posesión de su casa (cf. Marcos 3, 23-27). Y este hombre fuerte es Jesús, que nos da a nosotros también la fuerza para tomar posesión de nuestra casa interior. (Audiencia General, 27 de febrero de 2019)