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3-nov.-2022 jueves de la 31.ª semana del Tiempo Ordinario

«Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente» (Lc 15, 7)

Un nuevo amanecer, un nuevo día acompañado de nuevas ilusiones, anhelos infinitos, esperanzas y deseos de compartir en el amor, son los momentos que nos regalas, Señor, y que te pedimos sean de inspiración al cumplimiento de la voluntad del Padre. Ahora te pedimos que el Espíritu Santo inspire nuestra súplica confiada. Señor, somos bendecidos y amados por Ti, porque sentimos cómo tu mano siempre nos sostiene y nos acompaña en momentos de alegría y de tristeza o de soledad. Gracias te damos por salir a buscarnos cuando hemos extraviado el camino y cargarnos misericordiosamente en tus hombros; por buscarnos cuando hemos sido la moneda extraviada; por curar nuestras heridas a consecuencia de la pereza, la desobediencia y el egoísmo.

Gracias por alegrarte cuando nosotros hemos ayudado a nuestros hermanos que estaban extraviados o desesperanzados, siguiendo el ejemplo de san Martín de Porres, santo humilde y sencillo a quien recordamos hoy. Él nos enseña a socorrer en silencio, con amor, a ayudar con generosidad y sobre todo a confiar en Ti. Bendícenos, socórrenos, y protégenos. Amén.

Un muy feliz y esperanzador jueves para todos.

Oración para pedir un favor a san Martín de Porres

San Martín, humilde y sencillo siervo de Dios: en esta necesidad que me agobia acudo a ti, mi protector, san Martín de Porres.

Quiero sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.

Confío en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias.

Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien.

Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo san Martín, ayúdame en mis problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda pbro.