Pasa la noche y la luz del sol nos va anunciando un nuevo día para llenarnos de ilusiones y buenos sentimientos, para abrir nuestros corazones y recibir tu palabra y poderte decir: «aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad “, y ante todo comprender tu Palabra y tu mensaje.
La sabiduría divina es un don que procede del Espíritu Santo. El Espíritu nos da discernimiento y por eso nosotros deberíamos ser gente “espiritual”, movidos siempre por el Espíritu. Danos la capacidad de poder comprender tus designios de amor que siempre serán justos y esperanzadores. Guarda siempre ante nuestros ojos tu ejemplo de autoridad que salva y cura y que a nosotros nos compromete a salir de nuestra mediocridad.
Que ojalá seamos humildes, sencillos y entregados, deseosos de servir a nuestros hermanos a ejemplo tuyo. La pregunta “¿Qué quieres de nosotros?”, ayúdanos a comprenderla desde la acogida o desde el rechazo. Desde la acogida que sea una apertura a tus enseñanzas de Maestro, una acogida a la Voluntad del Padre celestial, un dejar sembrar en nuestros corazones los valores del reino.
En este día celebramos a san Gregorio magno de una familia noble romana, que quedó huérfano muy joven; hombre rico, pero que transformó sus posesiones de Roma y de Sicilia en monasterios y fue el primer papa monje entre 1590 y 604 cuando Italia ha estado en una condición de probable a causa de la lucha entre los ostrogodos y el emperador Justiniano. Él fue modelo perfecto de gobierno para la iglesia, por sus grandes, cualidades: sabiduría, justicia, iniciativa, tolerancia y sentido del deber, lo mismo que de dignidad y mesura se conservan 848 cartas y muchas de sus homilías. De él podemos decir “bienaventurado Gregorio elevado a la cátedra de Pedro, que buscó siempre la belleza del señor, y vivió en la inmensa gracia de su amor”.
Un muy feliz martes, con anhelos e ilusiones y lleno de optimismo.
Pensamientos para el Evangelio de hoy (Evangeli.net)
* «Todo procede del amor, todo está ordenado a la salvación del hombre, Dios no hace nada que no sea con este fin» (Santa Catalina de Siena).
* «El Evangelio es palabra de vida: no oprime a las personas, al contrario, libera a cuantos son esclavos de tantos espíritus malvados de este mundo: tanto el espíritu de la vanidad, el apego al dinero, el orgullo, la sensualidad» (Francisco).
* «La permisión divina del mal físico y del mal moral es misterio que Dios esclarece por su Hijo, Jesucristo, muerto y resucitado para vencer el mal. La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo, por caminos que nosotros sólo conoceremos plenamente en la vida eterna» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 324).