Hoy te damos gracias por la vida que nos das y los sentimientos que podemos expresar hacia ti y hacia nuestros hermanos. Señor, Dios de bondad y misericordia, nos ponemos en tus manos ya que sabemos que debemos llenar nuestros corazones de esperanza, sabiendo que tú vienes a traernos la alegría de este tiempo de Adviento.
Son muchos los motivos que van impidiendo que veamos con claridad los senderos a recorrer. Ayúdanos a saber emplear los elementos necesarios para poder allanar los caminos y rellenar los senderos. Que todo sea para nosotros vivir en el espíritu de tu amor y en completa armonía.
Tú, que eres fuente de toda paciencia y consuelo, concédenos estar de acuerdo entre nosotros para que entre todos logremos acogernos y vivir la paz y la unidad que tus esperas encontrar. Te esperamos ansiosamente: «Ven, ven Señor no tardes ven que te esperamos». Amén.
Feliz descanso en este II domingo de nuestro tiempo de Adviento.