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7-feb.-2024, miércoles de la 5.ª semana del Tiempo Ordinario

«Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre»

Hoy nos permites contemplar la grandeza de tu amor, porque hemos despertado y nuestro corazón se alegra por el nuevo día que esperamos esté inspirado en tu bondad y misericordia. Ponemos en tus manos nuestras actividades, nuestras familias, nuestros amigos y todas las personas que hoy compartirán nuestras vidas. Bendecidos vamos alegres y optimistas a iniciar muestra jornada y lo hacemos en tu nombre. Tú comenzaste tu enseñanza diciendo: “Escuchadme y entended”. Escuchar es el gran mandato. Sólo desde la escucha entendemos y comprendemos tu mensaje, porque con los oídos oímos, pero con el corazón escuchamos y entendemos. Del corazón brotan las buenas o malas acciones. El corazón es la fuente del bien y del mal. Tú afirmas: “nada de lo que entra en el hombre puede hacerlo impuro”, lo que sale de él sí. Hoy queremos que las actitudes de nuestro corazón sean las buenas obras y acciones hacia nuestros hermanos. Que nuestros ojos vean la bondad de nuestro prójimo, nuestras manos se extiendan para ayudar, nuestros pies vayan al encuentro del desamparado y solitario, pero ante todo que de nuestros corazones sólo salgan buenas obras y acciones para que te honremos y glorifiquemos de corazón y con el corazón. A ti te alabamos y te bendecimos.

Hagamos el bien y no hagamos lo que no queremos para nosotros. Feliz y fructífero miércoles lleno de buenas obras y acciones.

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.