Feliz amanecer bendecidos en el amor.
«Sed Santos como el Padre Celestial es Santo» nos dices, Señor. Hoy nos regalas la ocasión de celebrar a todos aquellos que por amor a Ti y al Padre celestial llenaron sus vidas de buenos sentimientos y entrega generosa, nos recuerdas que Ellos son gente común como nosotros, pero tuvieron la valentía de ser diferentes, de hacer las cosas ordinarias de la vida a la manera extraordinaria de tu vida y de ella toman su valor. Ayúdanos a entender que ellos nos enseñan con su testimonio su serena pero fuerte amabilidad, su integridad, su entrega a ti y a los hermanos, trabajando por la justicia, la verdad y la paz. Danos la fuerza para seguirte como ellos lo hicieron.
Permítenos ser bienaventurados en el amor, ya que así lograremos buscar los caminos de santidad que nos quieres regalar.Señor, tú quieres que seamos felices con tu propia felicidad. Llena nuestra vida de cada día con tu presencia salvadora. Indúcenos a buscar la clase de felicidad que es auténtica y que dura hoy, mañana y por siempre. Que logremos signos de santidad en humildad y sencillez, gracias a la intercesión de aquellos que nos han precedido y que gozan de tu presencia. Amén.
Feliz día de todos los santos, llenos de esperanza y anhelos de hacer las cosas según tu voluntad. Que todos los santos intercedan por cada uno de nosotros.
SEAMOS SANTOS COMO EL PADRE CELESTIAL ES SANTO. Feliz inicio de mes.
Reflexión del papa Francisco
En esta solemne Fiesta de Todos los Santos, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre la gran esperanza, la gran esperanza que se basa en la resurrección de Cristo: Cristo ha resucitado y nosotros también estaremos con Él. Estaremos con Él. Los santos y beatos son los testigos más autorizados de la esperanza cristiana, porque la vivieron plenamente en su vida, entre alegrías y sufrimientos, poniendo en práctica las Bienaventuranzas que Jesús predicó y que resuenan en el Evangelio. Las Bienaventuranzas evangélicas, en efecto, son el camino de la santidad.
Recomendado
Oración de confianza: “Que tu fe sea la clave para derrumbar esos muros de miedos y así puedas para enfrentar desafíos y pruebas de la vida”.
