En este nuevo día, san Pablo nos dice: «sed agradecidos» … «Cantad a Dios, dadle gracias de corazón». Es lo que hacemos cada mañana en la que contemplamos la grandeza de tu amor y las maravillas que haces en cada uno de nosotros.
Gracias porque en tu palabra encontramos el sentido del verdadero amor. El amor no se basa en simpatías, solamente. Un amor venido de Ti, un amor de fe, no pone condiciones ni marca fronteras. Quien ama da más de lo que le piden y ama también a los enemigos. El verdadero amor no juzga ni condena, sino que está siempre listo para mostrar compasión y perdón. Cuando tenemos en cuenta todas estas situaciones, debemos confesar que muchas veces estamos lejos de este ideal que nos propones. ¿En qué medida somos nosotros, con nuestra vida y conducta, signo de tu amor?
Cólmanos con tu amor gratuito, enséñanos a amar y a bendecir incluso a los que nos maltratan o maldicen. Permítenos profundizar y agrandar nuestro limitado amor; modela nuestro corazón como el tuyo para que seamos verdaderamente tus discípulos y nos podamos revestir —como nos dice Pablo— de misericordia, bondad, humildad y comprensión; y, ante todo, que sepamos sobrellevarnos llenándonos de paciencia. Bendícenos abundantemente y guíanos por sendas de amor y de paz. Amén.
Feliz y vocacional jueves en las manos de Nuestra Madre Santísima.
PALABRAS DEL PAPA
«Yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen» (versículos 27-28). Y esto no es una opción, es un mandato. No es para todos, sino para los discípulos, que Jesús llama «a los que me escucháis». Él sabe muy bien que amar a los enemigos va más allá de nuestras posibilidades, pero para esto se hizo hombre: no para dejarnos así, como somos, sino para transformarnos en hombres y mujeres capaces de un amor más grande, el de su Padre y el nuestro. Este es el amor que Jesús da a quienes lo «escuchan». ¡Y entonces se hace posible! Con él, gracias a su amor, a su Espíritu, también podemos amar a quienes no nos aman, incluso a quienes nos hacen daño. De este modo, Jesús quiere que en cada corazón el amor de Dios triunfe sobre el odio y el rencor. (Papa Francisco - Ángelus, 24 de febrero de 2019)
Pensamientos para el Evangelio de hoy (Evangeli.net)
* «¡Qué bueno es el Señor…! Él acompasa siempre sus pruebas a las fuerzas que nos da» (Santa Teresita de Lisieux).
* «Cuando uno aprende a acusarse a sí mismo es misericordioso con los demás» (Francisco).
* «(…) Toda la Ley evangélica está contenida en el ‘mandamiento nuevo’ de Jesús (Jn 13,34): amarnos los unos a los otros como Él nos ha amado (cf. Jn 15,12)» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 1970)
Reflexión
Hoy el Señor nos invita a amar de manera extraordinaria: no como el mundo ama, sino al estilo mismo de Dios que hace el bien, bendice y trata a todos de la mejor manera; no importando si le han dado la espalda, si lo han negado o si han decidido actuar en contra de sus mandamientos. De hecho, muy probablemente al hablar de esos grupos de personas, estemos hablando de nosotros mismos y de cómo hemos sido rescatados por Dios una y otra vez, porque a pesar de nuestro pecado, desinterés y maldad, Él no deja de amarnos, de buscarnos, de bendecirnos, de perdonarnos si nos arrepentimos, de darnos a manos llenas, aunque volvamos a desperdiciar sus dones y sus gracias y aunque volvamos a darle la espalda con nuestras acciones o nuestras decisiones. Mientras estemos vivos Él siempre estará ahí para nosotros.
(Reflexión del Evangelio escrita por: P. Luis Alberto Tirado Becerril, misionero del Espíritu Santo)