En el amor del Padre, que nos mira con bondad, iniciamos nuestro camino de este día que esperamos sea lleno de cosas hermosas.
Señor y Dios nuestro: Con tu preocupación por cada uno de nosotros te pedimos que estemos listos para recibirte a ti, con tu amor, tu justicia y tu paz; que seamos en tus manos instrumentos entusiastas para compartir tu voz y tu amor con todos los que quieran escuchar. Pero algunas veces surgen dudas e incertidumbres, hoy podemos preguntar y al mismo tiempo tratar de responder: ¿por qué tantos hemos permanecido ciegos y sordos a tu mensaje? Abre nuestros ojos y oídos. Si vives entre nosotros, ¿por qué tantos de nosotros estamos leprosos con nuestros pecados de odio, y cojos porque tardamos en implantar la justicia? Te rogamos que nos sanes. Si tú estás con nosotros, ¿por qué no hemos compartido con los necesitados y no les hemos llevado alegría? Haz que seamos generosos y serviciales.
Perdona las ocasiones en que hemos dudado y ayúdanos a tener la certeza de tu presencia: “eres Tú el que ha de venir”; tenemos la seguridad que nos traerás muchas bendiciones, mucho amor, mucha unidad y mucha esperanza. Danos la confianza y seguridad que diste a san Juan de la Cruz para que gracias a tu Palabra seamos sanos y liberados de las cosas que nos pueden alejar de ti e ilumina nuestras vidas con tu luz, para que veamos con claridad el sendero a recorrer.
Gracias, Señor, por tu infinito amor. Amén.
Un muy feliz y esperanzador miércoles.
EL JARDÍN DE NUESTROS CORAZONES, ABONÉMOSLO CON FRATERNIDAD Y SOLIDARIDAD
* «Que nuestro pensamiento se disponga para la venida de Cristo con una preparación no inferior a la que haríamos si Él todavía tuviera que venir al mundo» (san Carlos Borromeo).