Ha transcurrido la mitad de nuestro primer mes de este año y ya hay motivos para darte gracias por todo lo vivido: nuestro trabajo, la unidad familiar, la salud y el bienestar en nuestros hermanos. Seguimos adelante con mucha fe y optimismo para que la semana que iniciaremos sea llena de éxitos. Gracias, Señor, por el testimonio de Juan Bautista: nos anuncia que tú eres el Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Reconoció que tú eras mayor que él y existías antes que él. Profesó que el Espíritu de Dios moraba en ti y que tú eres el Elegido de Dios. Te señaló como Hijo de Dios, como Salvador del mundo y, sin embargo, tuvo que reconocer que conocía muy poco a Jesús.
Aunque nosotros también te conocemos poco. Danos el valor para dar testimonio porque eres el que quita el pecado del mundo y eres nuestro único Elegido. Queremos honrarte como Juan entre nosotros, con nombres maravillosos: Jesús nuestro Señor, Cordero de Dios, Siervo de Dios y de los hombres. Que estos nombres no sean entre nosotros simples títulos de honor vacíos, sino palabras llenas de sentido que nos comprometan a llegar a ser como Tú.
Ayúdanos a vivir los unos para los otros y danos la gracia de testimoniarte como Hijo de Dios. Danos tu gracia y tu bondad, para que la semana que iniciaremos sea llena de tus bendiciones y podamos dar testimonio de tu amor en cada uno de nosotros, con actitudes de generosidad, fraternidad y solidaridad. Bendícenos, guárdanos y protégenos en tu misericordia. Amén.
Feliz y testimonial Domingo de amor.