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16-may.-2024, jueves de la 7.ª semana de Pascua

«Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo...»

Bendecidos en tu amor, damos gracias por la luz de un nuevo día y proclamamos la grandeza de tu amor. Hoy te decimos: Aquí estoy, Señor, envíame, toma mis manos para tomar las de mis hermanos, toma mis pies para ir al encuentro del sólo y desamparado, toma mi boca y pon palabras de esperanza, toma mis ojos para poder ver la necesidad del otro y toma mi corazón para poder amar como tú me amas. Tú deseas contar con nosotros, para continuar tu obra. No importa que tengamos límites. La decisión de anunciarte llena nuestra vida de confianza y esperanza por un mañana mejor. No importa si lo que hacemos es mucho o muy poco y, como dice el Papa Francisco en la Evangelii Gaudium: Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Ti, descubre que ya esperabas su llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle: «Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores»

Gracias, Señor, por tu bondad y tu ternura. Danos la gracia de poder realizar hoy nuestra vida según tu voluntad y ante todo que seamos uno como tú y el Padre. 

Un muy unido jueves de disponibilidad y unidad. 

PALABRAS DEL SANTO PADRE

«Debemos ser uno, uno solo, como Jesús y el Padre son uno». Y este es precisamente «el desafío de todos nosotros los cristianos: no dar lugar a la división entre nosotros, no dejar que el espíritu de división, el padre de la mentira entre en nosotros». Debemos, insistió el Papa, «buscar siempre la unidad». (…) El Señor rogó para que lográramos esto. Explicó el Pontífice: «La Iglesia tiene mucha necesidad de esta oración de unidad, no sólo la de Jesús; también nosotros tenemos que unirnos a esta oración». Existe un consejo dado por el mismo Jesús: «Permaneced en mí». También esta es una gracia. (…) «Padre, este es mi deseo: que los que me has dado están conmigo donde yo estoy» para que «contemplen mi gloria». (Homilía Santa Marta, 21 de mayo de 2015)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.