Ha pasado más de la mitad de esta semana que nos estás regalando; por eso te damos gracias y te pedimos que nos des la fuerza necesaria y la fortaleza para culminarla de la mejor manera posible. Recibe nuestra humilde oración. Señor, tú lloraste sobre Jerusalén, tu propio pueblo del que habías nacido y al que amabas con todo tu corazón. Lloraste y te lamentaste porque esta ciudad que te abrió sus puertas en la entrada triunfal y luego te cerró su corazón, convirtiéndose en el símbolo de la obstinación y del rechazo a todo cuanto tuviera que ver con la voluntad de Dios, que no quiso reconocer los signos de tu amor.
Que no llores sobre nosotros porque somos infieles a tu amor y al llamado que un día nos hiciste. Que sepamos buscar lo que nos proporciona verdaderamente tu amor, es decir, tu integridad y bondad y que no seamos obstinados ni sordos a tu llamado; por el contrario, que sepamos llenar de ilusiones y esperanzas nuestras vidas y las de nuestros hermanos. Condúcenos hacia el verdadero camino de verdad y de justicia ya que en ti confiamos y a ti nos acogemos. Santa Isabel de Hungría nos ayude e interceda por nosotros. Amén.
Bendiciones en este jueves vocacional y una súplica de oración por nuestros Obispos y Sacerdotes que están celebrando sus jubileos Sacerdotales: de 60, 50 y 25 años de Ordenación Sacerdotal. Abrazos y bendiciones.
Oración de Paz y Calma
«El Señor es quien va delante de ti. Él estará contigo, no te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes»" (Deuteronomio 31, 8).
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¿No tienes tiempo para casi nada? La falta de oración es la causa de la falta de tiempo. Con la oración se multiplica el tiempo, siempre y cuando sacrifiquemos el nuestro.
