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18-abr.-2024, jueves de la 3.ª semana de Pascua

Todo el que viene a ti, todo el que te escucha y aprende de ti, todo el que come el Pan vivo bajado del cielo será discípulo

Alegre despertar nos das en esta mañana. Al salir de la noche a la aurora, nos disponemos a cumplir tu voluntad y hoy te preguntamos: ¿qué hemos de hacer? Tu respuesta: levántate y ve a llevar consuelo a tu hermano desamparado, al que vive en soledad, al que ha perdido las fuerzas para seguir luchando, al incrédulo, al falto de fe, a tu compañero de labores, a los que te encuentres en este día. Yo te daré palabras de sabiduría, de fe y esperanza.

Gracias, Señor, por enviarnos. Lo haremos con mucha alegría y felicidad porque vamos en tu nombre. Que, al igual Felipe, tengamos ocasión de experimentar aquello que está escrito en los profetas y que Tú retomas en el Evangelio de hoy: Serán todos discípulos de Dios. Todo el que viene a ti, todo el que te escucha y aprende de ti, todo el que come el Pan vivo bajado del cielo será discípulo.

Llénanos de paciencia y ante todo de sabiduría para discernir tu palabra y llevarla a los demás. Oportunidades sí hay. Ayúdanos a perder el miedo y dejar que Tú te transparentes en nosotros y nos utilices —como hiciste con Felipe— para extender tu amor a los demás. Llena, Señor, nuestros corazones y espacios con tu presencia, que en cada cosa que hagamos sea fácil descubrirte; que nuestras vidas sean tuyas. Y danos también el valor para que, cuando nos pregunten sobre ti, podamos dar un buen testimonio de tu amor y de tu bondad. Haznos, Señor, un instrumento útil para ti. ¿A cuántos hermanos acercaré a Dios? ¿a cuántos tocaré hoy el corazón?

Feliz jueves de bendiciones y vocaciones.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Jesús se revela como el pan, es decir lo esencial, lo necesario para la vida de cada día. (…) No un pan entre muchos otros, sino el pan de la vida. En otras palabras, nosotros, sin Él, más que vivir, sobrevivimos: porque solo Él nos nutre el alma, solo Él nos perdona de ese mal que solos no conseguimos superar, solo Él nos hace sentir amados, aunque todos nos decepcionen, solo Él nos da la fuerza de amar, solo Él nos da la fuerza de perdonar en las dificultades, solo Él da al corazón esa paz que busca, solo Él da la vida para siempre cuando la vida aquí en la tierra se acaba. Es el pan esencial de la vida. (Ángelus, 8 de agosto de 2021)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.