Hermoso amanecer nos regalas, Señor, y comenzamos a disfrutarlo con las personas que amamos y se encuentran a nuestro alrededor. Gracias por nuestras familias, por nuestros amigos, por las personas con las que compartimos. Pero, ante todo, gracias por los dones y talentos recibidos. Hoy al elevar nuestra oración, te pedimos ilumines nuestras respuestas a los interrogantes que muchas veces tenemos que hacernos. ¿Cuáles son mis talentos, mis cualidades? ¿Me las guardo para mí sólo? ¿Cómo podría ponerlas mejor al servicio del bienestar de los que viven a mi alrededor? ¿No será que a veces soy tacaño y pretendo recibir y no dar?
Nuestras vidas, con todo lo que somos y tenemos, no son de nuestra propiedad, sino que son dones y talentos que hemos recibido de ti; un préstamo tuyo, no para guardarlos seguros en un "agujero en la tierra", sino para hacerlos producir del mejor modo posible, cada uno según nuestras habilidades y capacidades. Danos fuerza y valor para servir con todo nuestro ser a ti y a nuestros hermanos, porque sabemos que tú bendices y multiplicas lo que llevamos en el corazón y nos concedes aún más de lo que vamos dando en nuestro diario vivir. En este día queremos valorar nuestras vidas y como la mujer hacendosa, que nos traiga ganancias de amor, bondad, fraternidad y solidaridad. Gracias, Señor, por tu bondad, tu misericordia y tu amor. Alabamos, bendecimos y glorificamos tu Santo Nombre.
Un muy feliz Domingo compartido en familia.