Pasar al contenido principal

2-dic.-2023, sábado de la 34.ª semana del Tiempo Ordinario

Te vuelves a revelar como “niño-Dios”, que eres sorpresa y novedad, alegría y liberación para todos nosotros

Hoy te damos gracias por darnos nos la ocasión de levantarnos y tener nuestros sentidos para proclamar las maravillas de tu amor. Hemos iniciado un nuevo mes y un camino esperanzador al Adviento y nos ponemos en camino para ir el encuentro contigo, que te vuelves a revelar como “niño-Dios”, que eres sorpresa y novedad, alegría y liberación para todos nosotros. No vayas a permitir que te cerremos las puertas; al contrario, danos fortaleza para que salgamos de nosotros mismos y, con nuestra voz, nuestras acciones, nuestra oración y nuestras obras, vayamos a proclamar que es posible un mundo bueno para todos, un mundo lleno de FE, ESPERANZA Y CARIDAD, DE AMOR Y FRATERNIDAD.

Hace mucho tiempo viniste a estar entre nosotros, pero hemos sido poco conscientes de tu presencia y además te escondemos a otros. Despiértanos, Señor; haz que te reconozcamos y te anunciemos que tu seas la luz de nuestras vidas y que nosotros conduzcamos a nuestros hermanos con entusiasmo hacia ti; construye entre nosotros y con nosotros, un mundo mejor y un reino de paz y amor en el que te sirvamos, compartiendo los unos con los otros mientras caminamos y esperamos para volver a decir “verdaderamente eres Dios-con-nosotros”.

Hoy es día para honrar a Nuestra Santísima Madre y lo haremos con el Rosario de Aurora y la Eucaristía ofrecida por todas sus intenciones, nuestros hermanos enfermos, las familias y cada una de sus necesidades. Ánimo, hemos iniciado nuestro camino hacia Belén, como camino de paz, reconciliación y esperanza. Vivámoslo con alegría y felicidad. No olvidemos: “estad siempre despiertos”. Feliz fin de semana y de descanso.

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.