Pasar al contenido principal

2-oct.-2025, jueves de la 26.ª semana del T. O. 

«Jesús ha recordado al final de la parábola de la oveja perdida que este amor es sin excepción (…)»

“Ángel de la guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.......” Qué hermosa Oración nos regalaron nuestros padres, dirigida a nuestro Ángel protector que Tú bondadosa y generosamente nos has regalado para que nos proteja y nos muestre el camino que nos quieras señalar. Tu presencia amorosa en nuestra vida a través de tus ángeles es una experiencia a la que sólo llegamos a través de la fe. Mucho más próxima a nuestro entorno, es la experiencia frecuente de personas buenas, que hemos encontrado en nuestra vida y que nos remiten por sus actitudes a esos seres espirituales llamados ángeles. 

Hoy te damos gracias porque Los ángeles vienen a nosotros, nos cuidan y protegen y sobretodo nos guían a tu presencia, nos fortalecen en nuestras buenas intenciones. Gracias por todos esos angelitos que has llamado a tu presencia y hoy son nuestros guardianes y protectores. Permítenos volver a ser como niños, llenos de inocencia espiritual y con corazón dirigido a Ti. Bendícenos abundantemente en este día. Nuestros angelitos nos sigan protegiendo.

Un muy santificado jueves. 

ORACIÓN AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA

(San Juan Berchmans)

Ángel Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado, por disposición divina, bajo tu bienaventurada guarda, jamás cesas de defenderme, de iluminarme y de dirigirme: yo te venero como a protector, te amo como a custodio; me someto a tu dirección y me entrego todo a ti, para ser gobernado por ti. Te ruego, por lo tanto, y por amor a Jesucristo te suplico, que cuando sea ingrato para ti y obstinadamente sordo a tus inspiraciones, no quieras, a pesar de esto, abandonarme; antes, al contrario, ponme pronto en el recto camino, si me he desviado de él; enséñame, si soy ignorante; levántame, si he caído; sostenme, si estoy en peligro y condúceme al cielo para poseer en él una felicidad eterna. Amén

ORACIÓN 

Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día. 

No me dejes solo, que me perdería. 

Hasta que amanezca, 

en los brazos de Jesús, José y María.

Con tus alas me persigno y me abrazo de la cruz,

y en mi corazón me llevo al dulcísimo Jesús. 

Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, 

con la Virgen María y el Espíritu Santo”.

 

Pensamientos para el Evangelio de hoy (evangeli.net)

* «Soy un alma muy pequeña que sólo puede ofrecer a Dios cosas muy pequeñas» (santa Teresita de Lisieux).

* «¿En qué consiste exactamente este ser niños? En el sentido de Jesucristo, significa aprender a decir “Padre”. Sólo si conserva la existencia filial vivida por Jesús, puede el hombre entrar con el Hijo en la divinidad» (Benedicto XVI)

* «Jesús ha recordado al final de la parábola de la oveja perdida que este amor es sin excepción: ‘De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno de estos pequeños’ (Mt 18,14) (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 605)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.