Gracias por tu generosidad y cariño, que nos llevan a este nuevo inicio de un día para poder manifestar nuestro sentido de disponibilidad y servicio a ti y a nuestros hermanos.
En el camino cuaresmal te acercas y nos hablas al corazón; allí descubrimos el paso de nuestra fe infantil a la fe madura. San Pablo nos recuerda que lo que antes consideraba ganancia, ahora es pérdida; su tesoro siempre nuevo es conocerte para amarte y seguirte; lo demás lo considera pérdida.
Testimonios como este despiertan nuestra fe adormecida y hacen que reconozcamos nuestra búsqueda, nuestra humildad y deseos de seguirte incondicionalmente. Ayúdanos y danos fortaleza para recorrer tus caminos en amor y servicio. Haznos experimentar tu gracia y tu verdad que nos hacen vivir verdaderamente la felicidad y abandonarnos totalmente en ti, para seguirte donde quiera que vayas. Que podamos nacer de nuevo a la vida en el Espíritu y que nos sintamos aludidos por las palabras: Somos una nueva Criatura, lo viejo ha pasado y ha aparecido algo nuevo; está brotando la primavera del Espíritu. Ven, Espíritu Santo, porque donde Tú estás hay verdad, humildad; hay comunión y esperanza, hay alegría y paz. Ven para que seamos profetas y testigos, ven y enséñanos a decir "sí"; porque eres capaz de poner gozo secreto en medio del sufrimiento. Con tu fuerza quítanos los miedos y haz que no abandonemos el Camino que nos lleva a la Vida con nuestros hermanos. Guárdanos y protégenos en tu amor. SEAMOS LIBRES EN LA VERDAD Y EL AMOR Y FIELES A LA FE. Amén.
Feliz miércoles.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
La libertad más verdadera, la de la esclavitud del pecado, ha brotado de la Cruz de Cristo. Somos libres de la esclavitud del pecado por la cruz de Cristo. Precisamente ahí donde Jesús se ha dejado clavar, se ha hecho esclavo, Dios ha puesto la fuente de la liberación del hombre. Esto no deja de sorprendernos: que el lugar donde somos despojados de toda libertad, es decir la muerte, puede convertirse en fuente de la libertad. Pero este es el misterio del amor de Dios: no se entiende fácilmente, se vive. (…) Jesús lleva a cabo su plena libertad al entregarse a la muerte; Él sabe que solo de esta manera puede obtener la vida para todos. (…) La libertad hace libres en la medida en que transforma la vida de una persona y la orienta hacia el bien. Para ser realmente libres necesitamos no solo conocernos a nosotros mismos, a nivel psicológico, sino sobre todo hacer verdad en nosotros mismos, a un nivel más profundo. Y ahí, en el corazón, abrirnos a la gracia de Cristo. (Audiencia general, 6 de octubre de 2021)
