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21-abr.-2024, domingo de la 4.ª semana de Pascua

ENTREMOS POR LA ÚNICA Y VERDADERA PUERTA QUE CONDUCE HACIA FUENTES TRANQUILAS.

Hoy es tu día, Señor, y te damos gracias por levantarnos en esta mañana y poder bendecirte y glorificarte. Señor Jesús, entregaste tu vida por nosotros para que viviéramos y nos salváramos. Danos valor para escuchar tu voz y para seguirte en nuestro caminar hacia ti.  Que sepamos reflejar el amor que nos ha mostrado, preocupándonos los unos por los otros con la misma y generosa amabilidad y bondad que tú tienes por nosotros. Nos molesta que haya “ovejas que no son de nuestro redil” porque tienen opciones distintas, que haya personas que no piensen como nosotros. No permitas que caigamos en la tentación de discriminar o excluir a alguien simplemente porque no piensa igual a nosotros o no tienen nuestros mismos gustos.

Sería importante que nos preguntáramos en este Tiempo de Pascua: ¿Tú has muerto sólo por mí o por todos? ¿En qué queda el sentido de la redención? ¿Por qué no derribamos tantos muros que hemos construido y que tú no los quieres? ¿Por qué nuestros egoísmos y envidias? ¿Por qué nuestras incomprensiones? Todos estos interrogantes tienen que servirnos para saber, Señor, que tú nos quieres conducir como un sólo rebaño a fuentes tranquilas y frescas aguas donde podamos formar una sola unidad y con sentimientos como los que quieres que tengamos. Permite, Señor, que aquellos a los que vamos guiando encuentren verdadera seguridad porque sabemos conducir a fuentes tranquilas de esperanza y verdes praderas de consuelo. Amén.

Hoy quiero pedir al Señor que me siga concediendo salud y bienestar para ser verdadero pastor, que junto con mis demás hermanos sacerdotes conduzcamos los rebaños que Él mismo nos ha encomendado hacia praderas de bondad y solidaridad, a verdes pastos de servicio y aguas cristalinas de fe. Una oración para que el Supremo Pastor que un día nos llamó nos proteja y preserve de todo mal. Un muy feliz y santificado Domingo.

ENTREMOS POR LA ÚNICA Y VERDADERA PUERTA QUE CONDUCE HACIA FUENTES TRANQUILAS.

Los abrazo y los bendigo.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

 ¡Qué bonito y consolador es saber que Jesús nos conoce a cada uno, que no somos anónimos para Él, que nuestro nombre le es conocido! Para Él no somos “masa”, “multitud”, no. Somos personas únicas, cada uno con la propia historia, [y Él] nos conoce a cada uno con la propia historia, cada uno con el propio valor, tanto como criatura cuanto como redimido por Cristo. Cada uno de nosotros puede decir: ¡Jesús me conoce! Es verdad, es así: Él nos conoce como nadie más. Solo Él sabe qué hay en nuestro corazón, las intenciones, los sentimientos más escondidos. Jesús conoce nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y está siempre preparado para cuidar de nosotros, para sanar las llagas de nuestros errores con la abundancia de su misericordia. (…) Por tanto, Jesús Buen Pastor defiende, conoce, y sobre todo ama a sus ovejas. Y por esto da la vida por ellas (cfr. Jn 10,15). (Regina Caeli, 25 de abril de 2021)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.