Terminamos la semana, Señor, y quizá nos dejamos apremiar por el tiempo. Para algunos ha pasado demasiado pronto, para otros muy lento pero para todos ha sido tu tiempo. Perdona nuestros momentos de impaciencia que muchas veces nos llevan a obrar precipitadamente y somos como el amo de la higuera, esperando fruto y no queriendo aguardar más; se llega al límite de la paciencia. Ayúdanos, Señor a ser como el viñador, que ha invertido tiempo y trabajo en cultivarla y no pierde la esperanza que dará fruto. Te pedimos que nos concedas la gracia del servicio en lo que tú nos mandas realizar, tanto si nuestros talentos son muchos como si son pocos, ya que así lograremos abonar y cuidar la higuera que nos encomiendas. Que tu gracia nos dé la posibilidad de ser anunciadores de esperanza, profetas de fe, apóstoles de caridad, pastores serviciales y maestros de la humildad y la sencillez y así logremos que la cosecha que tú esperas sea abundante. Gracias, Señor, por esta semana que terminamos y que bondadosamente tú has hecho fructífera en alegría y felicidad sobre todo por tu presencia en nuestros corazones. A nuestra Madre Santísima, nos acogemos y pedimos su protección y auxilio. Amén.
Feliz y oportuno descanso. Buen fin de semana.
