Qué bueno tocar para tu nombre, Señor, y proclamar las maravillas de tu amor. En este inicio de semana, sean nuestros sentimientos el desear a nuestros hermanos salud y bienestar, poder iniciar con alegría nuestras actividades y hacerlo sabiendo que estamos en tus manos, que tú bendecirás y multiplicarás nuestras obras y acciones en nuestro diario vivir.
Señor, Tú eres el origen de todo lo bueno, no permitas que nuestro corazón sea una casa dividida entre el bien y el mal. Envíanos tu buen Espíritu para iluminarnos y guiarnos, para darnos alegría y fortaleza, y para seguirte a donde quieras llevarnos por el camino de la bondad y del servicio. Qué bueno iniciar una semana, Señor, y hacerlo en la docilidad de nuestro corazón al Espíritu Santo, porque sabemos que llevaremos tu presencia y que todo lo que realicemos será para glorificarte. Danos el don de tu fortaleza para poder sobrellevar todas las dificultades que se nos puedan presentar, pero ante todo saber que estamos fortalecidos porque tú vas a nuestro lado. Sabemos, Señor, que una familia o una comunidad que esté dividida no puede mantenerse en pie. Ayúdanos a permanecer unidos y conducidos por el mismo Espíritu.
Esto no quiere decir que tengamos que ser todos iguales, porque el Espíritu es suficientemente rico con su variedad de dones. Que el Señor infunda su buen Espíritu sobre nosotros y nos dé toda su fuerza.
Al recordar hoy a san Ildefonso, hagamos la oración que en alguna ocasión él elevó a la virgen María: «A ti acudo virgen Madre de Dios. A ti, la que has obrado la encarnación de Dios, me postro y te ruego que por ser la esclava de tu hijo me permitas consagrarme a ti en este día y cumplir la voluntad del Padre celestial. Amén».
Feliz lunes e inicio de semana.
ORACIÓN AL INICIO DE SEMANA
Señor, tú conoces mi corazón y mis pensamientos, por eso sabes realmente lo que estoy deseando en estos momentos, pero necesito que me escuches como solo tu padre amado sabes hacerlo.
Hoy lunes quiero que me des la oportunidad de llevar todos mis planes adelante; que durante toda la semana pueda disfrutar de tu bendición. Llena mi alma de alegría y de tu sabiduría divina para realizar todo correctamente y culminar la semana sintiendo esta fe que solo tú puedes darme. Ante ti me arrodillo para que no olvides lo que te pido: que este lunes sea un día muy especial para irradiar felicidad, sirviendo a mis hermanos, siendo compasivo como tú me has enseñado.
Ayúdame a ser feliz, a caminar a tu lado y purificar mi corazón. Señor, Buen pastor de nuestro rebaño, sé nuestro guía y permítenos disfrutar de tu presencia. Amén.
