Bondadosamente iniciamos este domingo, dispuestos a dedicarlo a ti en acción de gracias por todo lo que nos concedes. Padre amable y misericordioso, con las manos vacías nos presentamos ante ti. Perdónanos por las veces que presumimos por el bien que sólo con tu gracia pudimos hacer. Llena nuestra pobreza con tus dones, líbranos de despreciar a nuestros hermanos y danos un corazón agradecido por todo lo que hemos recibido de ti.
Señor, sabemos que las palabras bonitas significan poco para ti y para el Padre Celestial si no brotan de nuestros corazones humildes y sinceros. Ayúdanos a poner en práctica lo que decimos y a vivir conforme a nuestra oración, para que tú escuches nuestra súplica confiada. Padre misericordioso: Sabemos que tú eres parcial y prefieres a los pobres. Danos la gracia de ser humildes y auténticos para que experimentemos tu perdón y tu amor y nunca permitas que hagamos comparaciones odiosas que nos lleven a despreciar o a ofender a los demás. Danos la gracia de saber que ante ti nos humillamos y por eso somos enaltecidos en amor, bondad y misericordia. A tu amor nos acogemos y en tu bondad confiamos. Amén.
Feliz domingo ojalá de descanso y de compartir familiar.
Oración de Paz y Calma
Confiamos en que el Amor de Dios es lo suficientemente perfecto como para expulsar todo miedo de nuestra vida, y su Providencia nos da mucho más de lo que necesitamos. Por eso, aunque vengan días malos, todo lo podremos resistir. «Tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos» (Efesios 6,13).