Bendecido y alegre amanecer en el que las maravillas de la creación nos hablan de tu bondadoso y amoroso don de la vida que nos regalas. Hoy deseamos de corazón retribuir al cumplimiento de tu voluntad, llevando únicamente tu palabra y tu presencia bondadosa a nuestros hermanos. Permite que en nuestras alforjas espirituales llevemos el amor, la bondad, la fraternidad y la solidaridad, que nos inspira el Espíritu Santo; y que todo sea lo necesario, ya que no queremos llevar lo inútil y lo pesado que son el egoísmo, la pereza, la falta de solidaridad y la indiferencia.
Danos la gracia de tener tu autoridad, no para expulsar demonios ni curar enfermedades como lo hicieron tus discípulos, pero sí autoridad para llevar consuelo y esperanza y voces de aliento a nuestros hermanos pobres, tristes y en soledad. Que nuestra Madre Santísima sea protección y auxilio y gocemos de tu presencia; hoy, al celebrarla en su advocación de Nuestra Señora de la merced, que significa misericordia; esta advocación que se remonta al siglo III, cuando la virgen se le aparece a san Pedro Nolasco y lo anima a seguir liberando a los cristianos esclavos en esa época. Los moros saqueaban las costas y se llevaban a los cristianos como esclavos a África. En esa horrenda condición muchos perdían la fe al pensar que Dios los había abandonado. Desde 1259 los padres mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced en España y por el resto del mundo. En este día también se celebra el día nacional del recluso y en esta ocasión los reclusos se confían a nuestra madre de las Mercedes.
Madre de la bondad y de la ternura, ruega por nosotros y por ellos; sácanos de la cárcel del mal y el negativismo del egoísmo y la envidia. Madre de las Mercedes intercede por nosotros. Amén.
Un muy feliz, maternal espiritual y esperanzador miércoles para todos.
PALABRAS DEL PAPA
El Evangelio de hoy narra el momento en el que Jesús envía a los Doce en misión. (…) Son una especie de «prácticas» de lo que serán llamados a hacer después de la Resurrección del Señor con el poder del Espíritu Santo. (…) El discípulo misionero tiene antes que nada su centro de referencia, que es la persona de Jesús. (…) así que el ir y el obrar de los Doce aparece como el irradiarse desde un centro, el reponerse de la presencia y de la obra de Jesús en su acción misionera. Esto manifiesta cómo los apóstoles no tienen nada propio que anunciar, ni propias capacidades que demostrar, sino que hablan y actúan como «enviados», como mensajeros de Jesús. (Papa Francisco, Ángelus, 15 de julio de 2018)
ORACIÓN
Señor, Tú me envías con tu poder y tu gracia para proclamar el Reino y llevar esperanza a quienes se sienten abatidos. Me invitas a no confiar en mis seguridades humanas, sino en la fuerza de tu Espíritu, que abre caminos donde no los hay y hace fecundo hasta el terreno más árido. Amén.
Reflexión escrita por Paola Treviño, consagrada del Regnum Christi.
Una vez más Cristo nos invita, como decía el papa Francisco, a ser una Iglesia en salida. Es decir, vivir hacia afuera. Salir al encuentro del otro, salir a cubrir las necesidades del otro, salir de nosotros mismos, salir de mi zona de confort, salir de mi mundo y entrar al mundo de otro que me necesita.
Salir a curar enfermos, yo no soy doctor, pero puedo orar por ellos, puedo hacer intercesión por ellos. ¿Cómo voy a expulsar un demonio? yo no tengo las facultades, yo no soy exorcista. Hay muchos demonios que no necesitan de un exorcismo: el demonio de la incredulidad, el demonio de la indiferencia, el demonio del materialismo, de la superficialidad.
Hay que salir a invitar a nuestros hermanos, hay que salir a orar por nuestros hermanos que se encuentran, entre comillas “endemoniados” con estas inseguridades, con estas carencias, con estas creencias de autosuficiencia.
Salir de nosotros mismos. No se nos olvide, somos una Iglesia en salida. Hoy salir y encontrar, hoy acoger al otro. Esa es la invitación de hoy: salir a encontrar; salir y acoger con los brazos abiertos a aquel que me necesita.
