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26-may.-2024, domingo de la 8.ª semana del Tiempo Ordinario

Solmenidad de la Santísima Trindidad

Nos levantamos en este día, dando gracias al Padre por la creación y por esta mañana que iniciamos. Damos gracias a Ti, por ser nuestro Salvador y redentor. Damos gracias al Espíritu Santo Vivificador y Santificador, porque er la fuente de nuestra inspiración. Bendita sea a Santa Trinidad. 

Señor, tú eres la vida y amor, te damos gracias por la alegría de nuestra fe y porque Tú nos has amado primero, incluso antes de que pudiéramos conocerte. Padre de bondad, nos agracias con un amor tan tierno como el de una madre y nuestros corazones reconocen tu grandeza y tu compasión. Señor Jesús, te damos gracias porque eres el rostro del Padre, eres nuestro hermano cercano y bondadoso que nos salvas por tu muerte y resurrección. Y tu Espíritu, que nos animas con tu amor y tu fuerza, mantén vivo en nosotros ese amor y esa alegría: que nuestra gratitud resuene siempre. 

Gracias por todo tu amor de Padre misericordioso y generoso y por darnos a tu Hijo Jesús como hermano nuestro para acompañarnos en el camino de la vida. Gracias por el Espíritu Santo que nos conduce a ti. Que él nos guíe también hacia nuestros hermanos y nos haga ser un solo corazón y un sólo sentimiento. Con la fuerza de tu Espíritu, ayúdanos a ser para nuestros hermanos tus labios que profieren palabras de compasión y ánimo, tu corazón que ama y comparte tu alegría, tu voluntad que trae solidaridad y fraternidad; tus manos que bendicen y tus pies que caminan esperanzadores por el camino de la vida. 

Terminemos esta reflexión con una sencilla oración mirando a la Trinidad:

Padre bueno… Ayúdanos, al mirarte, a recuperar el valor de la misericordia, la ternura y la compasión. Ayúdanos, al mirarte, a recuperar en nuestras familias la acogida sincera, el respeto y la unidad de todos los que nos rodean.

Jesús, Maestro… Enséñanos a ser hombres y mujeres de la cercanía y el camino compartido. Enséñanos a comunicar como tú, con la vida, la buena noticia del Dios de la Vida y del amor.

Espíritu Santo… Danos fuerza para ser testigos de tu amor, para no callar la fe, la esperanza y la caridad, aunque los tiempos sean adversos. Danos la sencillez y la humildad para acoger la verdad, aunque no la entendamos.

Padre, Hijo y Espíritu, ayúdanos a ser uno en la diversidad como Ustedes son UNO en el amor. Amén.

Un muy feliz Domingo para todos y en este día tan especial, abramos nuestro corazón y nuestra conciencia al amor de Dios y dejémonos inspirar por el Espíritu Santo. El Señor nos bendiga, nos guarde y nos proteja.

Pensamientos para el Evangelio de hoy

* «Con la luz de la inteligencia gusté y vi en tu luz tu abismo, eterna Trinidad, y la hermosura de tu criatura, pues, revistiéndome yo misma de ti, vi que sería imagen tuya» (santa Catalina de Siena).

* «El Dios misterioso no es una soledad infinita; es un acontecimiento de amor. Padre e Hijo son uno en el Espíritu, que es, por decirlo así, la atmósfera del dar y del amar que hace de ellos un único Dios» (Benedicto XVI).

* «Todas las prefiguraciones de la Antigua Alianza culminan en Cristo Jesús. Comienza su vida pública después de hacerse bautizar por san Juan el Bautista en el Jordán, y, después de su Resurrección, confiere esta misión a sus Apóstoles: ‘Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado’ (Mt 28,19-20)» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1223)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.