MARTES
Buen y fructífero inicio de día en las manos del Señor y con corazón agradecido.
Nos regalas otro amanecer, sabiendo que nace lleno de esperanza y de fortaleza para vivirlo y compartirlo. Gracias porque encontramos en tu palabra motivos de reflexión para seguir viviendo el amor y el servicio con sentimientos de generosidad y esperanza. Señor, Tú quieres que vivamos nuestra fe, no tanto como una serie de leyes y prácticas frías, sino como una relación muy personal contigo y con nuestros hermanos.
Guarda nuestros corazones vueltos hacia ti para que podamos vivir lo que creemos y expresar nuestro amor a ti y a nuestros hermanos en términos de disponibilidad, de servicio y amor. Ayúdanos a mostrarnos disponibles y a practicar el bien. Que, como nos dice hoy Isaías, podamos practicar la justicia, socorrer al necesitado, alegrar al triste, devolver la esperanza al que está sólo y desanimado y ante todo que lo bueno lo hagamos en humildad y sencillez, buscando agradarte a ti, procurando caminar en tu presencia y cumpliendo tu voluntad.
Ojalá, Señor, nos des la fortaleza necesaria para que no pretendamos ser mejores de lo que somos y que no hagamos nada con el fin preciso de ser vistos y aplaudidos por los demás. Tú lo sabes todo y eso basta.
Que tu bendición junto con la del Padre y el Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca siempre, nos acompañe y nos guíe. Amén.
Bendecido, humilde y servicial martes para todos. EL QUE SE HUMILLA SERÁ ENALTECIDO Y EL QUE SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO.
