En amor y gratuidad nos regalas este día para vivirlo en servicio y fraternidad. Ayer, la madre (santa Mónica); hoy, el hijo (san Agustín), una familia santa.
Tu pensamiento no es nuestro pensamiento. Por caminos distintos y misteriosos, como son tus caminos, nos invitas a buscar la santidad, a pesar de nuestras imperfecciones y nuestras desobediencias. Tú nos dices que no debemos dejar nada sin hacer, porque todos tus mandatos son importantes. y nos señalas el verdadero camino de la santidad en el amor y el servicio, la humildad y la sencillez.
Mientras que los fariseos acentuaron el diezmo y descuidaron la justicia, la misericordia y la fe, Tú nos invitas a mirar más allá, a no quedarnos en lo exterior, a practicar un verdadero arrepentimiento. Ojalá podamos hacer que nuestros hogares, nuestro trabajo y nuestras actividades cotidianas sean lugares donde se pueda vivir la purificación interior, donde busquemos el verdadero amor, practiquemos la misericordia y seamos verdaderos discípulos en sentimientos generosos, humildes y compasivos.
Hoy nos regalas el ejemplo de san Agustín, para vivir inquietos en tu voluntad a buscarte no en las minucias de una vida sin sentido, sino en la caridad y la fraternidad verdaderas. Que sigamos buscando nuestra santidad en lo sencillo y en lo servicial de nuestro diario vivir. Amén.
Un muy santificado miércoles para todos y nuestro deseo de santificación.
Con el pensamiento de san Agustín iniciemos nuestro caminar.
PENSAMIENTOS DE SAN AGUSTÍN
─ «Ama a Dios y haz lo que quieras»
─ «Nada conquista excepto la verdad y la victoria de la verdad es el amor»
─«El amor es la belleza del alma»
─ «Tarde te amé, Oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé. Tú me has llamado, y me has llamado insistentemente, y has suprimido mi sordera. ¡Tú has brillado con luz y has puesto mi ceguera a volar! Tú has emanado fragancia, y me he quedado sin aliento, y he suspirado por ti. Te he conocido, y he tenido hambre y sed de Ti. Tú me has tocado, y he sido encendido por tu paz»
─ «yo te buscaba fuera y tú estabas en mi corazón»
─«¡Oh verdad, verdad, ¡cómo suspiraba ya entonces por ti desde las fibras más íntimas de mi corazón!»
─ «¡Pobre de mí, que me creí apto para el vuelo, abandoné el nido y caí antes de poder volar!»
─ «La medida del amor es el amor sin medida»