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28-ago.-2024, miércoles de la 21.ª semana del Tiempo Ordinario

A ejemplo de san Agustín: inquietos en la voluntad de Dios y buscarlo dentro, no en las minucias de una vida sin sentido, sino en la caridad y la fraternidad verdaderas.

En amor y gratuidad nos regalas este día para vivirlo en servicio y fraternidad. Ayer, la madre (santa Mónica); hoy, el hijo (san Agustín), una familia santa. 

Tu pensamiento no es nuestro pensamiento. Por caminos distintos y misteriosos, como son tus caminos, nos invitas a buscar la santidad, a pesar de nuestras imperfecciones y nuestras desobediencias. Tú nos dices que no debemos dejar nada sin hacer, porque todos tus mandatos son importantes. y nos señalas el verdadero camino de la santidad en el amor y el servicio, la humildad y la sencillez. 

Mientras que los fariseos acentuaron el diezmo y descuidaron la justicia, la misericordia y la fe, Tú nos invitas a mirar más allá, a no quedarnos en lo exterior, a practicar un verdadero arrepentimiento. Ojalá podamos hacer que nuestros hogares, nuestro trabajo y nuestras actividades cotidianas sean lugares donde se pueda vivir la purificación interior, donde busquemos el verdadero amor, practiquemos la misericordia y seamos verdaderos discípulos en sentimientos generosos, humildes y compasivos. 

Hoy nos regalas el ejemplo de san Agustín, para vivir inquietos en tu voluntad a buscarte no en las minucias de una vida sin sentido, sino en la caridad y la fraternidad verdaderas. Que sigamos buscando nuestra santidad en lo sencillo y en lo servicial de nuestro diario vivir. Amén.

Un muy santificado miércoles para todos y nuestro deseo de santificación. 

Con el pensamiento de san Agustín iniciemos nuestro caminar. 

PENSAMIENTOS DE SAN AGUSTÍN

─ «Ama a Dios y haz lo que quieras»

─ «Nada conquista excepto la verdad y la victoria de la verdad es el amor»

─«El amor es la belleza del alma»

─ «Tarde te amé, Oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé. Tú me has llamado, y me has llamado insistentemente, y has suprimido mi sordera. ¡Tú has brillado con luz y has puesto mi ceguera a volar! Tú has emanado fragancia, y me he quedado sin aliento, y he suspirado por ti. Te he conocido, y he tenido hambre y sed de Ti. Tú me has tocado, y he sido encendido por tu paz»

─ «yo te buscaba fuera y tú estabas en mi corazón»

─«¡Oh verdad, verdad, ¡cómo suspiraba ya entonces por ti desde las fibras más íntimas de mi corazón!»

─ «¡Pobre de mí, que me creí apto para el vuelo, abandoné el nido y caí antes de poder volar!»

─ «La medida del amor es el amor sin medida»

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.